En 2007, Sara Rosso junto con su amiga y también bloguera, Michelle Fabio, decidió rendir homenaje a la crema de avellana de su infancia y creó una página web con sus redes sociales correspondientes para compartir recetas, intercambiar experiencias y, sobre todo, ponerse morada de nutella® durante un día entero al año. Desde entonces (y después de aclarar al Grupo Ferrero que sus intenciones no eran comerciales), más de 40.000 fans celebran el Día Mundial de la nutella®, cada 05 de febrero, sin ánimo de lucro pero con mucho apetito. En busca del tiempo perdido, he aquí la historia de nuestra cremosa “magdalena de Proust” a punto de cumplir 50 años de deliciosa vida.

   Si fuera francesa, os diría que, por defecto, Napoleón fue el grandioso responsable del dulce invento -irrepetible diga lo que se diga- al planificar en 1806 el Bloqueo Continental del comercio pensando asfixiar la economía británica. Entre muchos otros productos, el precio del cacao se disparó y, como siempre en tiempos de crisis, el ingenio, en ese caso, el de los confiteros italianos (turineses para ser exactos), encontró una alternativa: echar avellanas picadas a la masa antes de su solidificación. De ese modo, el encarecimiento de la materia prima no se resentiría tanto en el coste final y la “Gianduja” (el bombón de chocolate con un 30% de pasta de avellana) se puso de moda (no solo por su sabor sino también por su nombre que corresponde al de una marioneta de la Commedia dell’Arte que representa al piamontés típico). Pero cuando todo volvió a la normalidad (establecida y pactada), el cacao volvió a fluir sin dificultad de un continente a otro y las avellanas cayeron en el olvido y casi en desuso hasta la Segunda Guerra Mundial.

   En plena posguerra, Pietro Ferrero decidió volver a dar una oportunidad a la avellana y elaboró una nueva “Pasta Giunduja” pero, esta vez, con un 50% de avellanas. En 1946, empezó a venderla en su pastelería piamontesa en forma de barra (y ya no de tableta). Siguió indagando el potencial de su nueva receta y, en 1949, sacó a la venta su versión cremosa. Fruto del azar o de la voluntad de innovar, su denominada “SuperCrema”, presentada en un bonito tarro de cristal, revolucionó las meriendas italianas. Pero, en 1961, el gobierno central prohibió el uso de palabras anglosajonas en los nombres de marcas nacionales y la crema para untar tuvo que reinventarse. Con la ayuda de su hijo, Michele, no solo se modificó el nombre sino también la composición para adaptarla a los paladares europeos de cara al proyecto de expansión que tenía en mente la nueva generación de pasteleros ¿y, de paso, darle una lección de ortografía a la ley?): de mutuo acuerdo, padre e hijo decidieron fusionar la palabra “nut” (“avellana” en inglés) con el sufijo diminutivo italiano “ella”. Y, el 20 de abril de 1964, el primer tarro de nutella® salió de la nueva fábrica Ferrero, instalada en Villers-Ecalle (Francia).

   Nutelladict@s del mundo, ¡uníos!, no os podéis perder el día más dulce del año. Uummmm, hoy, ¡nutellaré! ¿y tú?

PD nº1: ¿Sabías que la composición exacta de la nutella® varia en función del país de exportación? Por razones legales, la firma italiana tiene que adaptar su receta según la legislación en vigor sobre el uso del cacao. Aún así o gracias a eso, hoy en día, se vende un tarro de nutella® cada 2,5 segundos en todo el mundo.

PD nº2: Para saberlo extraoficialmente todo sobre el DíA DE LA nutella®, conéctate a su web, su Facebook y su Twitter.

PD nº3: Y para saberlo oficialmente todo durante el resto del año, conéctate en español a la web de nutella® España (también en Facebook); y en inglés al Facebook de nutella® a secas donde más de 18 millones de fans siguen a diario las deliciosas noticias del Grupo Ferrero (Rocher, Tic Tac y Kinder).

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