Mi PETiT CALLEJERO - Mi Petit Madrid * - DETRÁS DE LA FACHADA (nº29):PLAZA DE SAN MiGUEL, S/N

DETRÁS DE LA FACHADA (nº29):
PLAZA DE SAN MiGUEL, S/N

El 13 de mayo de 1916, el Mercado de San Miguel abría sus puertas aún sin acristalar y su cubierta de hierro fundido “a lo parisien” o “Eiffel” al público. Detrás de su preciosa fachada que baña de luz natural su plaza cuya historia remonta a la época medieval, el ahora Centro de Cultura Culinaria, situado en el corazón del Madrid castizo y considerado Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento, es el guardián de nuestra memoria gastronómica colectiva.

Debe su nombre a la iglesia parroquial de San Miguel de los Octoes que ya aparecía mencionada, junto a otros 9 templos católicos primitivos, en el Fuero de 1202, otorgado por Alfonso VIII a la Villa de Madrid. Si a todo el mundo le suena San Miguel ¿por la cerveza que le robó su nombre al arcángel?, en cuanto a “los Octoes”, no viene mal recordar que, según cuenta la leyenda, se acoló el nombre de aquella familia numerosa y cristiana (y viceversa) para rendir homenaje al patriarca benefactor cuando fue enterrado junto a su esposa, no se sabe muy bien cuándo, en una de las capillas del templo.

Durante siglos, la parroquia de barrio sobrevivió como pudo, contra viento y marea, o mejor dicho, contra incendios y contrarreforma, hasta que el rey intruso José Bonaparte aprobara, por razones de seguridad, su demolición. El 28 de octubre de 1809, los feligreses desalmados de San Miguel pasaron a la parroquia de San Justo y Pastor que sería rebautizada, para la ocasión, de “San Justo y San Miguel”. Aquella nueva advocación no sería del gusto de todos y, poco a poco, la fiel feligresía (valga la redundancia) de los Santos Justo y Pastor pasaron, a su vez, a la iglesia del antiguo Convento de las Maravillas y, en 1892, el templo monotemático adquirió el título de basílica pontificia de San Miguel.

Mientras tanto, el santo solar dejado vacío se convirtió, casi al minuto, en plaza de mercado al aire libre donde se improvisaban hileras de tenderetes y puestos de diferentes clases y dimensiones sobre cajones de verduras, frutas, pescados y carnes. La idea de construir un mercado cubierto para “hermosear e higienizar una de las barriadas más antiguas y típicas de Madrid” (1) no tardó en circular por las cabezas pensantes ilustradas del Ayuntamiento de la Villa y, en 1835, el arquitecto Joaquín Henri diseñó un proyecto pero, por falta de medios, solo se construyeron algunas portadas para, por lo menos, delimitar la actividad callejera y facilitar el tráfico cada vez más intenso en el casco antiguo. Para la estructura y la cubierta, habría que esperar hasta el siglo siguiente.

Inspirándose en el estilo de Las Halles de París y de los mercados madrileños de la época (como los de Los Mostenses y de La Cebada, en 1875, de Chamberí en 1876, y de La Paz en 1882), el arquitecto Alfonso Dubé y Díez proyectó a partir de 1911 y supervisó las obras del futuro Mercado de San Miguel, entre 1913 y 1916. Para no interrumpir del todo la actividad comercial, la construcción (que costó 300.000 pesetas de la época) se hizo en 2 fases y, el 16 de mayo de 1916, los 75 tenderos de la nueva plaza -que contaba con una preciosa estructura metálica con soportes de hierro fundido en la planta baja; almacenes, lavabos y urinarios en el sótano; y una chimenea ventiladora para mantener la temperatura conveniente, abrieron sus puestos con frentes y mostradores de mármol al público.

Sin embargo, a pesar de su emplazamiento y atractivo, la actividad empezó a decaer y, a finales de los 70, llegó la sentencia de muerte o, mejor dicho, de lenta agonía de todos los mercados de Madrid, de la mano de las grandes superficies (con nombres extraños, cada cual más complicado que el anterior y, en general, sin sentido explícito, menos el conocido Merca de la Mujer o “Dona” en catalán y valenciano, doblemente discriminatorio se mire como se mire), que cambiarían radicalmente nuestros hábitos de consumo ochentero(s). La mayoría de los tenderos se jubilaron sin encontrar herederos y, poco a poco, los pasillos de los mercados de toda la vida se quedaron desiertos mientras nuestra sociedad (y saciedad) de consumo encontraba respuestas inmediatas (y, encima, con ofertas) en lugares sin alma pero con mucho espíritu... competitivo. Había que hacer algo.

A principios del nuevo milenio, mientras el Ayuntamiento de Madrid impulsaba un Plan de innovación y Transformación de los Mercado Municipales de Madrid, un grupo de particulares (emprendedores) unieron sus fuerzas (re)creativas y apostaron por el último mercado de hierro de la ciudad creando la sociedad El Gastrónomo de San Miguel para recuperar este “hito arquitectónico” y gastronómico. Y, en 2009, después de casi 2 años de obras dirigidas por el autor del proyecto, el arquitecto Juan Miguel Alarcón García, el flamante Mercado reabrió las puertas de sus ahora 33 puestos, como no, un 13 de mayo.

Centro de peregrinaje para quien busca ingrediente tanto de día como de noche donde el pescado recién llegado de Galicia se codea con ostras de Normandía, las delicatesen de Lhardy con pasta fresca italiana, los jamones de Guijuelo con carnes francesas, y los frutos secos de Can Gispert con productos exóticos, el casi centenario Mercado de San Miguel -que hoy en día, forma parte del Programa turístico de Visitas Guidas “Descubre Madrid” y de las rutas del tapeo de los gourmets diurnos y golosos noctámbulos, está escribiendo un nuevo capítulo no solo de su historia sino también de la Villa. ¡Feliz 98º aniversario!

Referencias útiles:
MERCADO DE SAN MiGUEL
Plaza de San Miguel, s/n
28013 Madrid
915 424 936
M Puerta del Sol / Antón Martín

Horario:
De Lunes a Miércoles: de 10h hasta medianoche.
De Jueves a Sábado: de 10h hasta las 2h de la madrugada.
Los Domingos: de 10h hasta medianoche.

Para saber más sobre el MERCADO DE SAN MiGUEL, conéctate a su web, su Facebook y su Twitter.

Fuentes:
- “La construcción en Madrid. El Mercado de San Miguel”, de Teodoro Anasagasti, 1916 (1).
- “Fue, en Madrid” parroquia de San Miguel de los Octoes”, de Paloma Torrijos para el blog Historia y Genealogía, 22.V.2009.
- “Mucho más que un mercado”, de Manu para el blog Secretos de Madrid, 14.XII.2012.
- “El Mercado de San Miguel, un enclave gastronómico en Madrid”, de Pilar Ruiz de Gauna para la web Gastroeconomy, 25.I.2014.

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Referencias útiles:
MERCADO DE SAN MiGUEL
Plaza de San Miguel, s/n
28013 Madrid
915 424 936
M Puerta del Sol / Antón Martín

Horario:
De Lunes a Miércoles: de 10h hasta medianoche.
De Jueves a Sábado: de 10h hasta las 2h de la madrugada.
Los Domingos: de 10h hasta medianoche.

Para saber más sobre el MERCADO DE SAN MiGUEL, conéctate a su web, su Facebook y su Twitter.

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