GOURMET - Mi Petit Madrid * - RECETA DE AMOR (nº8):NATiLLAS DE ROSAS

RECETA DE AMOR (nº8):
NATiLLAS DE ROSAS

Ingredientes para 2 personas:
½ litro de leche
75 gr de azúcar
2 cucharadas soperas de pétalos secos de Rosa
3 huevos
2 granos de pimienta negra

El sueño se ha apoderado de mí. No me deja ser persona. Me usa de corcho en las olas de nostalgia que me invaden. Y sus recuerdos, esos que con tanta práctica ponemos en orden con la mirada, embaten mi orilla con la delicia cíclica del olor salino que se me escapa al retraerse del borde. Y por más que miro, hoy, mi playa, no tiene uno de esos deliciosos pinos con forma de vieja copa de Champagne en el que buscar el frescor de su sombra y dejarme caer en la somnolencia. Por no haber, no encuentro ni las huellas de sus pisadas. Una noche solo, y la tormenta me está borrando los asideros.

Pero no solo he de desperezarme, he de preparar un postre, que tanto rehúyo. Y me lleno la pituitaria del dulzor cansino de las rosas secas que acabo de comprar en el Herbolario. Y camino rumbo de la Taberna, con una mirada burlona dibujada entre la niebla de un recuerdo. Y de ahí, consigo sacar una sencilla y suculenta recetuca para usted.

Así que nada más llegar pongo a cocer la leche con la pimienta y el azúcar. Vigilando de reojo que ni la leche ni la imaginación me jueguen una mala pasada. ¿Una llamada a la realidad? Tampoco hay que pasarse. Mejor una llamada a la alegría, que eso no nos lo quita nadie. Y en cuanto rompe a hervir pongo los pétalos de rosa. Y apago. Una infusión de 5 minutos.

Y empiezo a poner en orden el rompecabezas en que se están convirtiendo mis palabras, cuando trazan meandros en este río lento, cercano a la desembocadura. O, jejeje, en la tela de araña que estoy tejiendo para atraparla definitivamente. ¡NO!!!! Que imagen tan tétrica. ¿Quien haría de araña? Yo ni de ?.

Cuelo la infusión. Y la pongo de nuevo al fuego. Y casco los huevos en un bol, y los bato meneando la cabeza como un depauperado cabezota, al que las imágenes no le cuadran con las palabras. Y no es capaz de coser sílabas que se transformen en pequeñas promesas deliciosas.

Pongo un poco de la leche en los huevos. Y bato de nuevo. Y barro todas las malas ideas de un solo plumazo. Y recompongo frases llenas de esperanza. Y desdibujo en mis ojos imágenes que debieron ya de ocurrir. Y entre los ceños fruncidos y la cara de poco espabilado compongo una máscara de extrema estulticia.

Y vierto los huevos en la leche hirviendo. Los mezclo como alma que lleva el diablo.; contando mentalmente los 60 besos que aún le debo. Cuantos semáforos en rojo desperdiciados. Y lo cuelo a toda velocidad por un chino. Y lo dejo enfriar. A la nevera. Y a esperar que algún día me deje cocinarla... O al menos añadir un helado de vainilla.

De Miguel López Castanier, de La Taberna de Liria.

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CATERiNG WOODS
COMER PARA CELEBRAR

Vicky López-Giraldo trabajaba en el departamento de prensa del Museo Reina Sofía, y aunque era lo que siempre había querido...