Si entendemos la esencia de la infancia como libertad, locura, espontaneidad, ausencia de prejuicios, pureza y diversión, hay sin duda una niña que aúna todos esos adjetivos y que, desde hace más de 70 años, personaliza la naturaleza de la niñez. Pippi Lamstrung es esa etapa vital que todos hemos sido o hemos querido ser, y el espíritu de todo lo que añoramos. Quizá sea por eso, que Pippi Lamstrung sea uno de los personajes literarios más magnéticos y queridos en todo el planeta, al que los Cines Verdi rendirán homenaje el próximo fin de semana.

   Pippi nació en 1941 de la desbordante imaginación de Astrid Anna Emilia Ericsson (1907-2002), una joven sueca que se inventó a un original personaje para entretener a su hija Karin de 7 años, que estaba enferma de neumonía. Astrid era una mujer fascinante. Se crió junto a sus tres hermanos en el seno de una familia de granjeros, que se adoraban y que ofrecieron a sus cuatro hijos una infancia rodeada de naturaleza, juegos y mucho, muchísimo amor. En el colegio, la niña pronto destacó como una de las estudiantes más brillantes, así que en vistas a una prometedora carrera, en 1926 se mudó a Estocolmo a estudiar taquigrafía.

   En 1928, comenzó a trabajar en el Real Club Automovilístico como secretaria, donde se enamoró de su jefe, Sture Lindgren, con quien se casó y formó una familia. De esa unión, nació Karin, aunque antes, Astrid había sido madre soltera. Con 19 años, había dado a luz a un niño, Lars, a quien tuvo que dejar con una familia de acogida durante 3 años. Ese dramático hecho marcaría fuertemente su imaginario al contrastar duramente con el recuerdo de la infancia que ella había tenido, cargada de amor y juegos. Quizá sea por eso que, en los personajes de Astrid Lingren, suelan predominar niñas fuertes y niños a los que hay que proteger y cuidar.

   Con el manuscrito de Pippi bajo el brazo, la escritora recorrió editoriales con la esperanza de que le publicasen sus aventuras, pero ninguna se atrevía a hacerlo. Pippi Lamstrung era demasiado atrevida, rompía con todas las ideas de orden preestablecidas y quizá no fuera apropiado para los pequeños lectores. Y he aquí uno de los grandes errores de las mentes adultas a la hora de intentar conectar con los niños: no queremos niños que cuestionen, queremos niños que acepten normas, que se comporten como es debido, que sean buenos, pero, ¡vaya!, a los niños los que les gustan son los que hacen todo lo contrario. Astrid Lingren lo sabía, porque, como ella misma dijo en varias entrevistas: "aún sueño y fantaseo, cada noche, antes de dormir, y en mis historias para niños siempre interpreto el mismo papel protagónico". Infantil o no, Lingren consiguió crear un personaje que supo conectar con niños y con los mayores precisamente por saber luchar por lo que es justo con valentía y descaro y a través del amor y la empatía.

   Pippilotta Viktualia Rullgardina Krusmynta Efraimsdotter Långstrump es una niña pelirroja, que recoge su pelo en dos trenzas alocadas, es extremadamente fuerte, vive sola con un caballo y guarda un cofre lleno de monedas de oro, que su padre, pirata de profesión, le ha dado para que se lo gaste en chocolates y golosinas. Pippi hace todo según le apetece, vive sin normas y no hace caso a ningún tipo de convencionalismo social. Su espíritu rebelde, su carácter bondadoso y su cruzada por liberar a los niños de toda sumisión a los adultos hacen de ella la mejor amiga que todo niño siempre ha querido tener.

   Pippi es sin duda uno de los mejores personajes feministas de la historia, ya que enseña a las niñas a confiar en sí mismas. Lindgren rompió completamente con la idea de establecer un rol a lo que tradicionalmente se consideraban actitudes “de niña”, creando un personaje que se los saltaba a la torera. Asimismo, ajena por completo a lo que los cánones establecidos, Pippi se rebela contra la dictadura de la belleza femenina combinando su ropa con una chifladura exquisita.

   Finalmente, después de que Astrid ganara un premio literario en 1945, la Editorial Rabén & Sjögren -hoy en día la más importante de Suecia en la edición de libros infantiles- decidió apostar por la niña de nombre imposible y lo publicó. El éxito de Pippi se hizo imparable e incuestionable: 13 libros, 8 películas, una serie de televisión -quizá la más recordada por adultos de nuestro país que hoy rondamos los 30-40 años-, y una serie de animación. Astrid Lingren murió en 2002 y es una de las autoras más premiadas y reconocidas de su Suecia natal. En cuanto a su niña pelirroja, hoy en día, el look de Pippi Lamstrung o Calzaslargas es uno de los que más inspiran en la moda sueca infantil.

PD: El Domingo 30 de noviembre de 2014, a las 12h, los Cines Verdi (Calle Bravo Murillo, 28; M ) proyectarán los primeros capítulos de la serie Pippi Calzaslargas dentro de la programación del festival “Mi primer festival de Cine” que se llevará a cabo el Sábado 29 y el Domingo 30 de noviembre de 2014. Precio: 6 euros + gastos de gestión por persona aquí. Más info en la web de Mi PRiMER FESTiVAL DE CiNE (también en Facebook y Twitter).

                                 (De María Glück, el 26 de noviembre de 2014)

Referencias útiles:
Para saberlo todo sobre ASTRiD LiNDGREN, conéctate en inglés a su web y en sueco su Facebook.

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