Hija de editores, amante de la literatura infantil y juvenil y consciente del poder de la lectura para hacer volar la imaginación de los niños, Inés Puig siempre se ha sentido muy bien entre libros y niños. Para ella, trabajar la literatura con los más peques y preadolescentes es especialmente interesante ya que ellos no tienen tantos prejuicios como los adultos, y están dispuestos a descubrir cualquier cosa. Además, observar con los ojos de adulto la fascinación que un buen libro puede despertar en un niño es algo demasiado interesante como para dejarlo escapar. Muy bien acompañada de Carmen Mestre y David Martín, Inés decidió crear Leoteca, una plataforma digital (de momento) que fomenta la interactividad de los planes lectores.

   Todo empezó cuando Inés Puig (retratada aquí a la derecha) comenzó a dar clases a niños de primaria, aterrizó en un centro concertado en Barajas, llena de fuerza y convencida de poder hacer algo muy bueno con aquellas veintipico mentes que se encontraría por clase; pero enseguida se encontró tristemente decepcionada al comprobar que las prácticas que se hacían para -supuestamente- promover la lectura en los niños y jóvenes, era algo completamente destructivo y muy alejado del fin que al que se intentaba llegar. La mala calidad de los libros que se ofrecían, la pobreza en la bibliotecas de aula y una casi inexistente formación e información del profesorado sobre el tema, sumado al muy criticado tema de las lecturas obligatorias, provocó en Inés la necesidad de aportar su granito de arena.

   Primero creó una buena biblioteca de aula para fomentar la lectura libre. Luego, inventó a los niños a compartir sus opiniones estableciendo relaciones horizontales entre los alumnos y los adultos que querían participar, y poco a poco, fueron consiguiendo que leer no fuera una obligación académica, sino algo identitario. A los chavales les divertía leer, les enorgullecía ir descubriendo sus propias lecturas, y por lo tanto, ser capaces de ir definiendo sus gustos.

   Pasado el curso, tuvo que cambiar de colegio, y en el nuevo centro, observó los mismos problemas que había detectado en el primero. Sin embargo, esta vez, llevaba ventaja. Habló con sus compañeros y alumnos del año anterior para proponerles entrar en contacto con nuevos lectores;  y así, los niños empezaron a intercambiar sus opiniones sobre los libros que leían con los demás niños vía email… hasta que un niño de 10 años le preguntó a Inés: “¿No existe una red social que sirva para compartir nuestras lecturas y opiniones?”, y ahí fue cuando se encendió la mecha...

   Muy motivada con la idea que le había regalado aquella mente inquieta, Inés se lanzó a la búsqueda de una web o red social en España que le resultase interesante, pero no encontró ninguna, así que se lió la manta a la cabeza, y decidió desarrollarla por su cuenta. Entonces, llamó a su amiga Carmen Mestre (retratada aquí en el centro), con quien había comenzado un “pequeño e informal” club de lectura, y que por aquel entonces, se dedicaba a la publicidad, y estaba a punto de ser mamá. Abrazar un proyecto más tranquilo que el vertiginoso mundo de la publicidad, especialmente ante la nueva vida que iba a comenzar a llevar, le entusiasmó, y sin pensarlo dos veces, se unió a Inés para encargarse de la parte administrativa. También necesitarían a alguien que se ocupara de la programación, y así entró a formar parte del equipo David Martín (retratada aquí a la izquierda), quien enseguida se enamoró del proyecto, y se asoció a Inés y a Carmen. Desde los inicios del proyecto, se encarga de todo el desarrollo tecnológico.

   Y el 23 de abril de 2014, coincidiendo con el Día del Libro, nació Leoteca, un espacio digital dirigido tanto a niños como a adultos en el que se promociona la literatura infantil y juvenil, y los niños convierten la lectura en un acto social, compartiendo y opinando sobre lo que leen, mientras que los adultos encuentran una propuesta diferente para acompañar a sus hijos y/o alumnos en el proceso de descubrir y disfrutar la literatura.

   Como profesional del sector, a Inés le resulta especialmente preocupante cómo se está enfocando la promoción de la lectura entre los jóvenes: “No se buscan respuestas nuevas, y no hay ningún tipo de investigación crítica sobre los resultados obtenidos”; la formación del profesorado es primordial así como la inversión en bibliotecas escolares; se ha perdido la figura del librero y bibliotecario como la de ese ser sabio que te sabía recomendar y transmitir su especializado conocimiento; y por último, instrumentalizar la literatura, buscar un “libro para...” que resuelva ciertos aspectos de la educación de nuestros hijos, es otra de las situaciones comunes que tampoco ayuda a que los más pequeños encuentren en los libros una propuesta de ocio interesante.

   Leoteca es un proyecto sincero, realmente interesado en proponer soluciones a un problema real, que en el año y medio que llevan online, han interactuado cerca de 8.000 usuarios. Actualmente se encuentra en un momento de crecimiento. Entre sus planes a corto plazo, quieren que los niños presenten cada mes a un autor o ilustrador; a medio plazo, van a conectar las aulas a los propios autores, a quienes los niños podrán entrevistar libremente; y a largo plazo, “no queremos que Leoteca se quede en un proyecto digital”. Inés, Carmen y David  quieren llevar a especialistas en LiJ (literatura infantil y juvenil) a los colegios, crear un fondo para apoyar la dotación de bibliotecas escolares, organizar un festival en torno a la literatura infantil y juvenil realmente innovador, e incluso, montar una plataforma de formación...

   Entonces, ¡Leotécate!

                                             (De María Glück, el 16 de diciembre de 2015)

Referencias útiles:
Para seguir los pasos (re)creativos de LEOTECA, conéctate a su web, su Facebook y su Twitter.

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