Hoy, Viernes 25 de marzo de 2016, se celebra el Día Internacional de Leer a Tolkien desde que, en 2003, todas las sociedades tolkienistas del mundo (incluida la española) decidieran conmemorar  la destrucción del Anillo y la caída de Barad-Dûr… (Petit) Homenaje a John Ronald Reuel (que debe su primer nombre de pila a su abuelo, el segundo a su madre que pensaba que sería niña y se había encaprichado con el nombre de Rosalind, que finalmente se convirtió en Ronald, y el tercero a su padre), el padre de los hobbits, los elfos, la Tierra Media, los trolls, los anillos mágicos malignos, Mordor, Sauron, Gollum, y un sinfín de nombres y términos fantásticos que están grabados para siempre en el imaginario colectivo y indiscutiblemente unidos a esas 3 iniciales y un apellido que simbolizan la esencia de la literatura de fantasía épica.

   JRR Tolkien nació en Bloemfontein (Sudáfrica), el 03 de enero de 1892. Fue el primero de los hijos de Arthur Reuel Tolkien y Mabel Suffield, quien después de dar a luz a dos niños en el continente africano, decidió que el clima no les iba tan bien y que sería mejor regresar a su Inglaterra natal. Desgraciadamente Arthur, que se había quedado más tiempo para solucionar unos asuntos económicos, murió por una fiebre reumática antes de subirse al barco, y Mabel quedó viuda a cargo de dos niños pequeños -JRR apenas tenía 4 años y su hermano 2- en la campiña inglesa.

   Si la situación económica de la joven madre era complicada, fue aún peor cuando decidió convertirse al catolicismo, un acto de fe que no sentó nada bien a su familia baptista que irrevocablemente le retiró toda ayuda económica. Entonces, Mabel se hizo cargo de la educación de sus hijos, sin escatimar esfuerzos por hacer de ellos hombres cultos y preparados para estudiar en la Universidad. Además, JRR era un niño aplicado, especialmente interesado por la botánica y el lenguaje, que con 4 años ya había aprendido las bases del latín y era capaz de leer y escribir casi con fluidez. Pero la desgracia no había abandonado la vida del que sería uno de los más importantes escritores y filólogos de la historia.

   En 1904 Mabel murió por complicaciones de la diabetes que padecía, y JRR y su hermano quedaron al cuidado de Francis Xavier Morgan, un sacerdote católico de origen español, quien había ofrecido ayuda económica y espiritual a Mabel en su proceso de conversión al catolicismo. A partir de ese momento, al ver a su madre como una especie de mártir, la fe católica de JRR Tolkien se haría mucho más intensa, y el joven no se apartaría del camino que le marcarían las Escrituras… como por ejemplo cuando conoció en el orfanato a la también huérfana Edith Mary Bratt, de quien se enamoró perdidamente...

   Como Morgan le prohibió al joven de 17 años mantener una relación amorosa ya que, según el sacerdote, la edad adecuada para iniciar una relación eran los 21 años, Tolkien obedeció, y la misma tarde en que cumplió la edad acordada, y pese a las trabas e impedimentos de su tutor, quien quería que acabase sus estudios de Filología Inglesa en Oxford con honores y sin distracciones, le escribió una carta a Edith declarándole su amor. A esas alturas la joven ya estaba prometida, pero rompió el compromiso para entregarse al verdadero amor de su vida. Y pese a sus diferencias religiosas (y al poco gusto de ella por los ambientes literarios), Edith y JRR nunca se separaron. Es más. Edith fue la inspiración de JRR para el personaje de Lúthien Tinúviel, una princesa élfica y “la más bella entre los hijos de Ilúvatar”, así como para la pareja Éowyn y Faramir de El Señor de los Anillos, y sobre todo para la de Beren y Luthien de El Silmarillion.

   De ese longevo matrimonio, nacieron 4 hijos, los “culpables” de que existiera el Señor de los Anillos, ya que Tolkien escribió el Hobbit sin otra pretensión que entretener a su prole… hasta que su buen amigo, el también escritor de literatura fantástica CS Lewis, autor de Las Crónicas de Narnia, le convenció para que llevara el manuscrito a la editorial George Allen & Unwin. Stanley Unwin le dejó el libro a su hijo pequeño, a quien le fascinó la aventura de Bilbo Bolsón, el mago Gandalf y los enanos en busca del tesoro de la Montaña Solitaria, y en 1937, se publicó el cuento que se convertiría en el germen de la trilogía fantástica más famosa de todos los tiempos.

   Aunque la vida de JRR Tolkien nada tuvo que ver con las aventuras y gestas de sus personajes literarios (ya que vivió una vida apacible y tranquila, dominada por la rectitud y la vida conservadora de su moral cristiana), no se puede entender su obra literaria sin comprender su amor por la lengua y la filología. Además de inglés, el escritor, que trabajó como asistente para la redacción de la primera edición de Oxford English Diccionary, y a partir de 1920, dedicó su vida a la enseñanza universitaria y por supuesto, a crear el inmenso mundo de La Tierra Media, hablaba latín, francés, alemán, inglés medio, inglés antiguo, finlandés, gótico, griego, italiano, noruego antiguo, español, galés y galés medieval, pero también estaba familiarizado con el danés, neerlandés, lombardo, noruego, ruso, serbio y eslovaco. Y su amor por las lenguas le llevó a inventarse sus propios lenguajes, inseparables a la mitología que tan profusamente describió: así, los idiomas que hablan los elfos de las distintas regiones de su trilogía tienen sus propios nombres, sus alfabetos, gramáticas, fonéticas y sintaxis. De las más de 15 ideolenguas que inventó, el quenya -alto élfico- y el sindarín -el más hablado por los elfos de la Tierra Media- son los más difundidos y estudiados.

   Finalmente, otro aspecto importante de la personalidad de JRR Tolkien que se ve traducido en su obra era su sensibilidad hacia la naturaleza, fruto de sus recuerdos de su más tierna infancia de los paisajes naturales africanos. Ecologista avant la lettre, el autor del Señor de los Anillos siempre se mostró crítico hacia los efectos colaterales de la industrialización, y durante la mayor parte de su vida renunció incluso a los automóviles para desplazarse en su día a día en bicicleta.

   ¡Feliz (re)lectura de Tolkien!

                                                                (De María Glück, el 25 de marzo de 2016)

Referencias útiles:
Para saberlo del DíA iNTERNACiONAL DE LEER A TOLKiEN, conéctate a la web de la SOCiEDAD TOLKiEN ESPAÑOLA (también en Facebook y Twitter). Y para seguir los pasos póstumos de JRR TOLKiEN (en inglés), conéctate a su web y su Facebook.

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