En ocasiones no hay nada más serio que un chiste bien contado. No hace falta alejarse de la vida cotidiana para guionizar un espectáculo como el ideado por Nerea Pérez de las Heras (en la ilustración) en un divertido tutorial, llevado al escenario, donde no hay títere que conserve su cabeza cuando se trata de reivindicar el feminismo en un tono afín a la cultura Do it yourself y de guerrilla.

   Lo que comenzaba en 2016 como un número mucho más didáctico que jocoso, se ha visto reconducido por la vida misma: “Cambio el guión casi por completo cada vez, según la actualidad”, según la periodista, guionista y activista, que utiliza situaciones muy cotidianas, como chistes y tópicos, o somete a juicio a un personaje histórico tal y como lo harían si fuese una mujer. ¿Es útil? “Pues, voy notando que sí. La comicidad y el absurdo son dos armas para resaltar la injusticia y el sinsentido de la sociedad machista. Algunas veces, al terminar la representación, unos cuantos espectadores me han parado para decirme “oye, que sí, que lo veo”.

   Nerea, acompañada de dos actores, sale al escenario. En unos minutos, ya está explicando las frases, que figuran en el panel proyectado en pantalla, naturalmente están escritas en morado sobre blanco y viceversa. “¿Tienes la regla?, ¿Para cuándo el Día del Hombre? Yo no soy machista, pero lo que necesitas es un buen polvo”, “¡Como no te pongas ya, se te va a pasar el arroz!”, “Sois una exageradas, solo es un piropo” o “También hay mujeres que maltratan”… “Cada vez que escuchéis cosas como éstas: ¡Chupito!”, exclama Nerea entre aplausos desde el escenario.

   Es consciente de que insistir nunca está de más, incluso con los más cercanos: “No hay duda alguna. Hace muy poco, una amiga que no se reconocía como feminista, a la que he dado bastante la matraca, me reconocía el valor de la insistencia desde generaciones anteriores, porque, gracias a ellas, se han conquistado muchos derechos. Casi me pongo a llorar”.

   Reivindicando lo jocoso frente a lo solemne, “Feminismo para torpes” maneja asuntos muy serios. El primero, discernir si está indicado solo para el género masculino o conviene que entre el público haya alguna inepta de otros géneros. En la lucha por la igualdad la interseccionalidad es más que una constante. La disparidad se cruza con la pobreza, la forma de trabajar, de producir y hasta de consumir, “en un sistema que se sustenta confinando a las mujeres a labores y cuidados caseros que realizan gratis”. Digamos sin pudor que también existen torpas, “porque la conciencia feminista tiene que ver con la justicia, la democracia, la libertad para vivir sin ajustarse a estereotipos o expectativas”, explica Nerea, segura de que el contenido de su show atañe tanto a ellos como a ellas. 

   El mansplainning, la infantilización de las mujeres, los controvertidos piropos... y otros síntomas fatales del machismo en formato micro o macro, que Nerea de las Heras tamiza con ironía y cierta exageración, frente a cifras nada infladas, por desgracia, como los 60 feminicidios, que al año se cometen en España. 

   En medio del #metoo y el lanzamiento en España de La Caja de Pandora, un foro que reúne a 3.000 mujeres libres, iguales y fraternales, desconfiaban de los efectos de denunciar el acoso sexual, temerosas de que nos pueda invadir una fatal ola de tedioso puritanismo. Habla Nerea, en este caso, del miedo a parecer radical, a incomodar, con lo bien que se vive sin meterse en líos: “Pero, no. Hay cosas que no se matizan. Importunar a otro ser humano por muchas ganas que tengas de ligártelo está mal, y si encima estás en una situación de poder respecto a esa persona, peor todavía. Quienes nos levantamos contra el acoso no somos idiotas, no nos quedamos traumatizadas porque nos rocen un muslo, pero cuestionamos  comportamientos arraigados y normalizados de invasión de una parte de la población humana sobre la otra”. 

   Objetivos cumplidos entre los más cercanos, mientras observamos como las autoridades máximas siguen pensando que no ha llegado el momento de abordar asuntos como la brecha salarial entre mujeres y hombres. Fantaseamos con la idea de invitar a Mariano Rajoy a un pase de Feminismo para torpes y su autora reflexiona: “Tener un presidente del gobierno no feminista es como tener un presidente del gobierno racista u homófobo. Es inaceptable por inmoral. Un desastre, auque ya lo supiéramos. Yo le invito, pero no sé si me darían las capacidades pedagógicas y la inteligencia emocional para convertirle en feminista”.

   Nerea trabaja para que su show sirva para convencer a los amigos en los bares, “y para que tu cuñado salga de la cena de Navidad con un dolor de cabeza de espanto”. Porque, como nos recuerdan en Femisimo para torpes a los bebés, si son niñas, es normal que les agujereen las orejas nada más nacer, y todavía se distinga entre enfermeras, ellas, y doctores, ellos. Sí, esto sigue pasando.

                                                 (De Sol Alonso, el 28 de febrero de 2018)

Referencias útiles:
FEMiNiSMO PARA TORPES

¿CUÁNDO? Los Jueves 01 y 15 de marzo y 05 de abril de 2018, a las 21h.

¿QUÉ? Feminismo para torpes es una clase en clave de humor con una maestra de ceremonias y dos actores en la que se habla de brecha salarial, acoso, disfraces de Frozen y se mete un montón con Salvador Sostres. Cosas que te van a venir fenomenal si estas Navidades has cenado heteropatriarcado en todas las fiestas.

¿DÓNDE? En Sala Equis (ver la ilustración)
Calle Duque de Alba, 4
28012 Madrid
914 296 686
M Tirso de Molina

¿CUÁNTO? Entradas en taquilla.

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