Salvando las distancias y la temática, Madrid también posee una Capilla Sixtina que, aunque no es ni tan grande ni tan fastuosa como la que presume de frescos en el Vaticano, sí que resulta igual de hermosa y, por supuesto, mucho más a mano para los madrileños. Detrás de la fachada de la discreta, pero no menos querida, Ermita de San Antonio de la Florida, situada en la confluencia del Paseo de la Florida -antiguo Paseo de los Areneros- y la Avenida de Valladolid, no solo se esconde la castiza obra de arte que realizó Francisco de Goya, entre agosto y diciembre de 1798, sino también se conserva intacta la historia de un santo protector de los pobres, albañiles, oprimidos, novios, mujeres estériles, viajeros y las cosas (que no causas) perdidas.

   En 1720, el arquitecto José Benito de Churriguera (1665-1725) construyó, a petición de la Congregación de los “guinderos”, la primera ermita de Madrid dedicada a San Antonio de Padua, sin poder imaginar que, medio siglo después, sería derrumbada para cederle protagonismo a la apertura de la carretera de Castilla. Entonces, en 1768, el arquitecto Francesco Sabatini (autor de los famosos Jardines que llevan su nombre en el Palacio de Oriente) recibió de Carlos III -“el Mejor Alcalde de Madrid”-, que ya reinaba cuando la primera se convirtió en cenizas, le encargó levantar otra, en las laderas de la Montaña del Príncipe Pío, pero veintidós años más tarde, su sucesor, Carlos IV, mandó derruirla una vez más en pos de la remodelación urbana de la joven capital para dar, pasados tan solo 730 días, la orden de reconstruirla de nuevo...

   ¿Se arrepentiría el monarca de su decisión de derribo o alguien le hizo cambiar de idea? Dicen los cotilleos de la época que quizás los caprichosos celos de su reina, María Luisa, tuvieron algo que ver, pero hacia otra mujer, sino hacia el macizo Palacio que acababa de inaugurar la Duquesa de Alba, en la zona de Moncloa (área de extensión predilecta de la nobleza de aquella época). La Reina quería un Palacio de recreo y el Rey se lo dio con ermita incluida, pero eso sí, abierta al público plebeyo.

   En 1792, comenzaron las obras de la ermita al poner el propio rey la primera piedra de la futura edificación, y de paso, enterrando una cápsula de tiempo con monedas de oro con su efigie. Durante 6 años, el arquitecto italiano neoclásico Felipe Fontana (compañero de Sabatini) supervisó la buena marcha de la edificación de su ermita, situada aún más lejos del núcleo urbano, mientras Don Francisco de Goya y Lucientes, con la colaboración de su ayudante Asensio Julián, realizó la decoración de la cúpula, el altar, la zona superior de paredes laterales y las pechinas.

   Los frescos del pintor zaragozano representan uno de los milagros más famosos de San Antonio de Padua: el de su traslado con la ayuda de un ángel a Lisboa para absolver a su padre, acusado de asesinato, con la confesión del asesinado, proclamando desde su tumba la inocencia del progenitor. Pero, al trasladar el milagro a Madrid, Goya no solo cambió el escenario del “crimen”, sino que se permitió, a modo de travesura (¿antisistema?), intercalar entre los protagonistas del milagro rostros de algunos amigos y conocidos, además de majas, chisperos y chulapas, tras una barandilla, al estilo de las balconadas madrileñas.

   La ermita ahora de San Antonio de la Florida se inauguró el 11 de julio de 1799. En 1881, la ermita fue convertida en parroquia y declarada monumento nacional en 1905. En 1919, se trasladaron los restos de Goya, previamente exhumados de la Sacramental de San Isidro, a la ermita, y en 1925 para evitar que los humos de los inciensos y los cirios deteriorasen los frescos goyescos, el arquitecto Juan Moya Idígoras edificó, pegada a la original, una ermita gemela, en la que se realizarían los cultos.

   Este fin de semana, como reza la tradición, la Ermita de San Antonio de la Florida volverá a convertirse en uno de los lugares de romería más importantes de la capital, desde que, en el siglo XIX, las modistillas madrileñas empezaron a acudir a la iglesia para pedir novio. ¿Cómo? Dejando 13 alfileres en la pila bautismal, para luego poner la palma de la mano encima y ver cuántos quedaban pegados. La cantidad obtenida corresponde al número de pretendientes potenciales, que tendrían durante el año...

                                                          (De Noemí Z., el 10 de junio de 2016)

Referencias útiles:
ERMiTA DE SAN ANTONiO DE LA FLORiDA
Glorieta de San Antonio de la Florida, 5
28008 Madrid
915 477 937
M Príncipe Pío

Horarios:
- Visitas: de Martes a Domingo y Festivos, de 9h30 a 20h;
- Misas: de Lunes a Sábado, a las 9h, a las 11h y a las 20h; los Domingos y Festivos, a las 9h, a las 11h, a las 12h, a las 13h y a las 20h.
- Confesiones: media hora antes de las misas y durante las mismas.
- Fiestas de San Antonio 2016: el Domingo 12 de junio, Concierto "Canten las manolas, toquen los hisperos", a las 12h, interpretado por la soprano Nuria Llopiz, la pianista Laurence Verna y el violinista Víctor Correa-Cruz; y el Lunes 13 de junio: Misas, a las 7h, a las 8h, a las 9h, a las 10h, a las 11h, a las 17h, a las 18h, a las 19h y a las 20h (En todas las misas, se dará a besar la reliquia del santo y se repartirán 2 panecillos por persona); y Misa Mayor y Procesión por el barrio, a las 12h.

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