Diecinueve siglos después del nacimiento de Jesús de Nazaret, el Papa Pío IX promulgó la llamada Bula “Ineffabilis Deus”, el 8 de diciembre de 1854, en el que estableció que el alma de María, la madre de Cristo, estaba adornada con la “gracia santificante” o, en otros términos, que María fue preservada de toda mancha del pecado original desde el momento en que sus padres la concibieron, “por gracia y un (singular) privilegio que Dios le concedió”. Para hablar claro, la purísima concepción que celebramos hoy, Lunes 08 de diciembre de 2014, no es -¡Ojo al dato!- la de Jesús sino la de su madre.

   La inmaculada Concepción no es una mera advocación de la Virgen María como La Almudena, La Paloma, etc., sino que es un dogma. El diccionario de la Real Academia nos ofrece 3 acepciones para entender mejor el concepto: El dogma es “1. Una proposición que se asienta por firme y cierta y como principio de una ciencia [Ésta no vale ya que no se considera la Religión como una ciencia]; 2. Doctrina de Dios revelada por Jesucristo a los hombres [Ésta tampoco ya que Jesús no lo sabía]; y 3. Fundamento o puntos capitales de todo sistema, ciencia, doctrina o religión [Por allí va]”, pero tampoco está claro. Si, para la iglesia Católica, el dogma es una verdad revelada (es decir, transmitida a través de la Sagrada Escritura o de la Tradición) y definida por dicha iglesia, el dogma de la inmaculada o Purísima concepción (que no aceptan las iglesias protestantes) es ante todo una posición intelectual que se inscribe dentro de la Mariología y que zanja un tema que llevaba dividiendo a los Católicos desde Santo Tomás de Aquino (en contra) hasta Carlos III (a favor), pasando por los dominicanos (en contra) y los franciscanos (a favor).

   Pío IX promulgó el dogma un 8 de diciembre de acuerdo con la decisión que tomó el Papa Sixto IV, en 1477, de fijar ese mismo día como fecha de concepción de María, de acuerdo, a su vez, con los (Evangelios) Apócrifos que no fueron incluidos en la Biblia, pero que siempre tuvieron una gran influencia en la fe popular y que la Iglesia Católica Romana (apostólica) consulta cuando lo necesita (o le conviene). Y ¿por qué lo hizo en 1854? Por esas fechas, la Iglesia Católica no estaba en su mejor momento, que digamos. La Revolución francesa de 1789 (o, mejor dicho, que empezó en 1789) hizo soplar un anticlericalismo violento sobre toda Europa, que se materializó (nunca mejor dicho) en España, en el proceso de desamortización, iniciado por Godoy, en 1798, y llevado a cabo con celo por Mendizábal, que consistió en expropiar las tierras y los bienes de la Iglesia católica para venderlos y “recuperar” dinerito para las arcas del Estado en números rojos. Entonces, en esos tiempos revueltos, la Iglesia Católica centró su atención en limar asperezas dentro de su propia casa y en “reconquistar” el corazón de sus fieles seguirdores. Gracias al dogma de la inmaculada Concepción (de María), se fijó un nuevo día oficial de celebración de la fe católica.

   Lo que nadie podía imaginarse, ni siquiera la propia Iglesia Católica, es que la Virgen María se presentaría hablando gascón afirmando “Que soï era immaculado councepciou” (es decir, “Soy la inmaculada concepción”), el 25 de marzo de 1858, ante Bernadette Soubirous, una pastora francesa de 14 años de edad, analfabeta y que nunca había oído hablar de ningún dogma, justo en el momento en que estaba buscando agua en la ahora famosa gruta de Massabielle. Después de comprobar el milagro, Roma dio su beneplácito para levantar, en 1862, el Santuario de Lourdes que se convirtió, en poco tiempo, en el epicentro del peregrinaje católico francés y en una de las etapas de la Ruta mariana (junto con los santuarios de Torreciudad, en Aragón; Montserrat, en Cataluña; y El Pilar, en Zaragoza).  

   ¡Feliz Día de la inmaculada Concepción... de María!

Referencias útiles:
LA iNMACULADA CONCEPCiÓN 2014

¿CUÁNDO Y DÓNDE?
- Desde 1947, el 07 de diciembre, se celebra la tradicional Gran Vigilia de la inmaculada Concepción en todas las diócesis de España y diversos países de Latinoamérica. Ayer, los madrileños pudieron elegir entre 3 Vigilias diocesanas: en la Catedral de la Almudena (calle de Bailén, 10); en la Basílica de la Merced (calle del General Moscardó, 23); y en el Santuario de María Auxiliadora (Ronda de Atocha, 25).

- y, hoy, Lunes 08, la Eucaristía por la Festividad de la inmaculada concepción se celebará a las 12h, a las 18h y a las 19h, en la Catedral de la Almudena (calle de Bailén, 10). Pero si prefieres ir por libre, encontrarás a la Inmaculada Concepción en el Parque de la Virgen Blanca, en los jardines de la Ciudad Universitaria de Moncloa, entre el Hospital Clínico de San Carlos y el Museo de América.

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