Escondida en una calle a las afueras de Malasaña, resistiendo al paso del tiempo y a las modas cambiantes, la mítica sala, que acaba de celebrar un cuarto de siglo de vida, sigue ofreciendo cada noche buena música, cócteles y ambientazo, el único objetivo de David Novaes y Miguel Calvete (retratados aquí), los 2 estudiantes que, en 1989, alquilaron un local, pequeño pero matón, en la calle San Dimas, para ofrecer conciertos de calidad. De hecho, Novaes, ingeniero de caminos, ya se había liado en la Universidad organizando conciertillos, y quiso hacerlo oficial en aquel antiguo almacén de material de construcción, ex fábrica de gaseosas, y en los años de la transición, local clandestino, conocido por acoger el club de transformistas Dimas, y después, la primera discoteca de lesbianas de Madrid, Disco-Ellas. Sin plan de negocios, ni estrategia, inauguraron en noviembre, y apenas 1 mes después, ofrecieron el primer directo. Eran otros tiempos, con la Movida aún coleando, la noche madrileña en ebullición, libre, espontánea y mucho menos atada a las normas, y un público receptivo, con ganas de salir, conocer y disfrutar.

   Al poco de abrir, en 1990, se presentó en su escenario un grupo llamado Los Rodríguez, con unos jovencísimos Ariel Rot y Andrés Calamaro a la cabeza, y que por el despiste de unos pocos -ignorantes del cambio de actividad de aquel espacio-, se fraguó la leyenda de que la mítica banda se había estrenado en un local de “tortilleras”. También en Siroco arrancaron Los Piratas y Pereza -que recordaría la sala en su tema “Por mi tripa” del álbum “Aproximaciones” (2007)-, y hubo otras noches mágicas, que juntaron a grandes como Vetusta Morla, Amaral o La Vacazul. Para los músicos, era el lugar donde empezar a rodar, como una especie de mili obligatoria por la que pasaron Paco Clavel, Depedro, Dover, M-Clan, Los Coronas, Aviador Dro, Los Ronaldos, Los Planetas, Los Nikis, y un largo etcétera. En sus camerinos, era imposible sacar a los chicos de Garaje Jack, artistas, promotores y discográficas -desde Subterfuge y Elefant Records a las nuevas incorporaciones como Holy Cuervo o Giradiscos-. Fraguaron amistades, fiestas, conciertos, colaboraciones, y todo lo que trajera aquel viento seco y caluroso del sudeste llamado Siroco. 

   El paso del tiempo les demostró que lo que allí había ocurrido, en muchos casos, había hecho historia. Siempre había una excusa o un proyecto para hacerse oír, y sin darse cuenta, se convirtieron en referente del circuito musical madrileño y nacional por su afán de mantener vivo el directo. Sus clientes fueron testigos de su evolución, desde la eclosión de la Movida a la autoedición de hoy, gracias a unos dueños tolerantes, que supieron arriesgar y adaptarse, pasando del sonido de la Nueva Ola al mod, el soul, el funk o el indie más reciente.

   Todos, músicos, sala y fundadores, fueron creciendo y mutando, y por fin, en 2011, un lavado de cara del local actualizó su imagen, y logró un sonido de primera. Desde entonces, la sala se divide en 2 ambientes: arriba, el Siroco Lounge, un cálido recibimiento donde tomar una copa con colegas, y de paso, ser testigo de un acústico, un showcase, sesiones de música electrónica, o presentaciones de libros; y bajando las escaleras, la zona de conciertos, pura y dura. Con una media por año de 300 bandas, otros 300 Djs, 65.000 clientes, y una colección de flyers y carteles de conciertos, digna del mejor coleccionista, la Sala Siroco llevó a Novaes y Calvete a convertirse también en consultores musicales y en managers, además de crear, fieles a su estética y rollo underground, el Ciclo Cinema Oh! Culto, con las cintas más Kitsch del mercado que pudieron encontrar, y las FastExpos, exposiciones súper efímeras de artistas gráficos.  

PD: Mañana, IlustraTour organiza una Fiesta de Despedida, en la Sala Siroco:

¿CUÁNDO? El Jueves 23 de julio de 2015, a las 21h.

¿QUÉ? IlustraTour te invita a la Fiesta de Cierre de sus talleres, impartidos esta semana, en Casa del Lector, por Javier Zabala, Ana Ventura, Darío Adanti, Manel Fontdevila, Liniers, Britta Teckentrup, Ellen Weinstein, Emiliano Ponzi y Aitor Saraiba. Habrá picoteo, buena música a cargo de Dj Tello, y una Fast Expo de los Skylines madrileños y fanzines de Mi Petit Madrid.  

¿CUÁNTO? Entrada gratuita

PD (nº2) ilustrada: ¡Muchas gracias por su acogida a Sara Navarro (retratada aquí), la encargada de la Comunicación y del Lounge de la Sala Siroco!

                                         (De Lidia Martín, el 22 de julio de 2015)

Referencias útiles:
SALA SiROCO
Calle San Dimas, 5
28015 Madrid
915 933 070
M San Bernardo / Tribunal / Plaza de España / Noviciado

Horario: de Miércoles a Sábado, de 21h hasta las 5h30 de la mañana.

Para seguir los pasos (re)creativos de la SALA SiROCO, conéctate a su web, su Facebook y su Twitter.

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