Su voz ronca, su inconfundible melena, sus incómodas letras y sus míticos solos de guitarra le han convertido en el rockero carabanchelero por excelencia. Inconformista, vergonzoso, honesto, y muy currante, Rosendo Mercado vuelve al escenario, teloneado por S-21 y Barón Rojo, para gritar su opinión, denunciar o regañar, con cada título. Su actitud no entiende de edades, y con sus más de 40 años sobre el escenario, ya no le para nadie, y menos cuando siempre encuentra, al otro lado, un público incondicional, que le sigue adónde haga falta.

   La historia de Rosendo Mercado Ruiz empezó un 23 de febrero de 1954, en Madrid, en el seno de una familia humilde, procedente de Ciudad Real. Se crió en Carabanchel, y en cuanto tuvo uso de razón, supo que solo quería ganarse la vida tocando la guitarra. Con apenas 17 años, el adolescente ya hacía versiones de Miguel Ríos en su primer grupo serio, llamado -aunque cueste creerlo- Fresa. Unos años más tarde, junto al cantante José Carlos Molina, entró a formar parte de Ñu, y unas cuantas desavenencias después, creó Leño, que se situó como una de las formaciones musicales más influyentes del rock madrileño de finales de los 70, con Rosendo como cabeza visible a la que nadie quería perder de vista.

   Así comenzó la que hoy es leyenda del rock español, un rock escrito con ñ, que dejaba huella con decenas de estribillos pegadizos, que se incrustaban irremediablemente en las cabezas. Y cuando llegó la Movida, Leño seguía metiendo caña sin saber que “Maneras de vivir” (1982) se convertiría en el himno de toda una generación. Pero, contra todo pronóstico, en 1983, después de su participación en la mítica gira “Rock de una noche de verano”, la banda -en su momento de mayor éxito- cogió por sorpresa a todos al anunciar su separación (debido a problemas con su discográfica).

   Hubo que esperar dos años para volver a ver a Rosendo en un escenario. En el verano de 1985, después de fichar por el sello RCA, editó “Loco por incordiar”, su primer disco en solitario. Y desde entonces, han pasado 15 discos, innumerables conciertos, canciones históricas como “Agradecido” (“Loco por incordiar”), “Majete” (“La tortuga”, 1992) o “Hasta de perfil” (“Para bien o para mal”, 1994), huidas varias de los medios de comunicación, un disco, “Siempre hay una historia… en directo” (1999), grabado en el patio de la cárcel de Carabanchel, la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, que recibió en 2006, homenajes que le sacaron los colores -como la calle de Leganés que lleva su nombre-, e incluso, una petición en Change.org para que se levante una estatua en su honor en -como no- Carabanchel, a la que el músico ha respondido, que si se hiciese realidad, evitaría pasar por el lugar, por vergüenza.

   Rosendo no es un músico (de éxito) al uso. Es de los pocos que han sabido mantener los pies en la tierra. Anclado en su eterno Carabanchel -con alguna escapadita, eso sí, al pueblo de Burgos que cada vez le tira más-, el guitarrista disfruta haciendo vida de barrio y arreglando el mundo, como todo hijo de vecino, con su gente.

   En 2014, Rosendo celebró 4 décadas en la música con un concierto en Las Ventas, acompañado de Fito Cabrales, Miguel Ríos, Luz Casal, Kutxi Romero (Marea), El Drogas (antes en Barricada), y su hijo Rodrigo, también músico. Muchos de los que le arroparon sobre el escenario aquel día, habían mamado de sus canciones, habían aprendido de un “melenas” al que aún le cuesta reconocerse como figura fundamental en el panorama musical patrio.

   Se lo ha currado, y confiesa que le ha costado sudor y lágrimas cada uno de las temas que ha compuesto en forma de denuncia social, crítica política y mensajes muy medidos, cuidados y meditados. Como él mismo ha dicho en más de una ocasión: “yo no canto, yo digo mis canciones”; y lo hace con un estilo clásico e inamovible, con un formato básico de guitarra, bajo y batería, sin estridencias, sin sorpresas, sin equivocaciones. Ya lo dice la sabiduría popular: Rosendo sigue siendo el único Mercado fiable.

                                            (De Lidia Martín, el 05 de mayo de 2015)

Referencias útiles:
GiRA “ MENTiRA ME PARECE” DE ROSENDO

¿CUÁNDO? El Sábado 09 de mayo de 2015, a las 22h30.
PD: Consulta el resto de la fechas aquí.

¿QUÉ? Concierto de Rosendo, S-21 (a las 19h) y Barón Rojo (a las 20h30) en el Pinto Music Festival 2015.
PD: Apertura de puertas a las 18h.

¿DÓNDE? En el Auditorio Municipal del Parque Juan Carlos I
Pinto Music Festival 2015
Calle Pablo Picasso, s/n
28320 Madrid
912 483 700
C3 El Escorial-Pinto

¿CUÁNTO? 20 euros (venta anticipada); 25 euros (taquilla).

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