Camaleónico, versátil, maniático, incombustible, malhumorado y en continua evolución, Miguel Bosé roza los 60 años llenando estadios, convocando a medios, y sorprendiendo al público como músico, compositor, actor y padre de familia numerosa. Maduro y con más personalidad que nunca, tras casi 40 años en los escenarios y más de 20 millones de discos vendidos, el que revolucionó con cada disco el panorama musical, consigue hermanar a varias generaciones, que siguen tarareando sus canciones como si fuera ayer. Este jueves, Miguel Bosé estará en Las Ventas con su gira “Amo Tour”.

   Primogénito de uno de los toreros más importantes de los años 40-50, el seductor Luis Miguel “Dominguín”, y de la actriz y modelo italiana Lucía Bosé, Luis Miguel González Bosé nació en Panamá el 03 de abril de 1956, con prometedores apellidos. El arte corría por sus venas, y con una fuerte carga genética, emocional y cultural, se crió en un entorno privilegiado, rodeado de mujeres, con visitas de su singular padrino, el mismísimo Luchino Visconti, y un ambiente que combinaba la disciplina del Liceo Francés con la creatividad y libertad de un hogar frecuentado por Ernest Hemingway o Pablo Picasso, grandes amigos de la familia. Tanta cultura abrió el apetito artístico de Miguel, que con solo 14 años, y a pesar del ofrecimiento de Visconti de encarnar a Tadzio en su “Muerte en Venecia”, decidió rechazarlo para poner rumbo al extranjero y empaparse de lo que entonces más le gustaba hacer, interpretar y danzar.

   Tres fueron los destinos así como las figuras, que moldearon al quinceañero: Londres con Lindsay Kemp, un bailarín y mimo de referencia en la cultura británica que ya había colaborado entre otros con el músico David Bowie que tanto influiría después en el cantante; París, junto a Marta Graham, cuya huella en el mundo de la danza moderna fue comparada al impacto de Picasso en la pintura o de Stravinski en la música; y Nueva York, con Alvin Ailey, uno de los bailarines más reveladores y trasgresores de la época.

   Cargado de ideas, experiencias, nuevas visiones y diferentes culturas, Miguel Bosé regresó a España, y escogió la música como forma de expresión. Parece que tuvo bastante que ver Camilo Sesto, amigo de la familia (sobre todo de Lucía Bosé, de la que se dice, se comenta, se rumorea, estaba locamente enamorado),  quien dio el primer empujón musical a Miguel, y en pleno auge de su carrera, Sesto sacó tiempo para componer un par de canciones a aquel joven inquieto, y ya de paso, producirle y lanzarle el primer disco “Linda” (1977). Lo clavaron. Entre el single que dio nombre al disco (una versión del cuarteto italiano I pooh) y 2 temazos más que arrasaron, “Amiga” y “Mi Libertad”, el aventajado discípulo, que había cambiado su apodo por otro más sonoro y materno, se convirtió en estrella casi de la noche a la mañana.

   Solo 1 año después, en 1978, sacó un segundo trabajo, “Miguel Bosé”, que confirmaba el cambio onomástico, y de nuevo, un single con nombre de mujer, “Anna”, le llevó al estrellato internacional. Le siguieron “Chicas” (1979) y su exitazo “Super Superman”; el LP “Miguel” con el músico vestido de torero en la portada y el hit “Te Amaré”, en 1980; y así, a un ritmo frenético de álbum por año, con giras internacionales interminables y singles en los primeros puestos de las listas de éxitos, Bosé consiguió una legión de fans que le adoraban y perseguían.

   Pero llegaron los 80 y la Movida Madrileña, cargada de otros grupos con ganas de contar y cantar, y Miguel Bosé tuvo que reinventarse. Lo hizo mirando de reojo a su admirado Bowie. Su primer disco bajo esa nueva capa de maquillaje y estridencia fue “Bandido” (1984), que grabó a pesar de la falta de apoyo de su discográfica, que vio la luz con una cubierta firmada por Andy Warhol al estilo Ziggy Stardust, y de donde salieron 2 de sus grandes éxitos, “Sevilla” y “Amante Bandido”, que con un cambio absoluto de registro revalidaron a un artista que lo mismo grababa junto al genio del synthpop británico, Tony Mansfield, que era remezclado por el pionero del house y figura imprescindible de la legendaria discoteca neoyorkina Studio 54, François Kevorkian.

   En los 90, paralelamente a 7 nuevos LPs, cada vez más experimentales y maduros, Miguel bosé decidió explorar nuevos horizontes: el cine. Primero trabajó con Almodóvar -inolvidable su papel de travestido en “Tacones Lejanos” (1991), luego, en la producción francesa “La Reine Margot” (1994), después en el cortometraje “Detrás del dinero” (1995) del por entonces aún desconocido Alejandro González Iñárritu, y en “Libertarias” (1996) de Vicente Aranda.

   Pero el séptimo arte no fue su único atrevimiento. El talentoso artista también probó suerte en la pequeña pantalla, y recién estrenado el año 2000, se puso al frente del programa musical “Séptimo de caballería” por el que pasaron muchos artistas amigos, y que se encuentra sin duda al origen de “Papito” (2007), producido por Carlos Jean y con diseño de David Delfín, un álbum de grandes éxitos a dúo, que le devolvió a los estadios llenos, a las listas de súper ventas y al sabor más dulce del éxito. Junto a él, estuvieron Paulina Rubio -a la que había apadrinado musicalmente siendo una niña-, Julieta Venegas, la sobrinísima Bimba, Shakira, Ricky Martin, Alaska, y hasta Gloria Gaynor. Y en 2012, repitió la experiencia con “Papitwo”, pero esta vez junto a Alejandro Sanz, Juan Luis Guerra, Malú, Tiziano Ferro, Joaquín Sabina, Dani Martín, la actriz Penélope Cruz y su querido Juanes, con el que había compartido inquietudes y escenario en 2008, en el Concierto Paz Sin Fronteras sobre el puente Simón Bolívar, que une Colombia y Venezuela, y que al año siguiente repitieron en la Plaza de la Revolución de La Habana.

   En 2010, sus compañeros de viaje le rindieron homenaje en los Grammy Latinos, con Carlos Vives, Santana y Pablo Alborán, entre otros, interpretando sus grandes éxitos. Todo un enjambre que culminó en 2013 al ser elegido Persona del Año por la Academia de Música Latina. Está claro que su público se reparte entre España, Italia y por supuesto, una América del Sur que le ha dado mucho. De ahí que en 2010 el por entonces presidente de Colombia, Álvaro Uribe, le concediera la nacionalidad como reconocimiento a su lucha por la paz del país.

   En la actualidad, Miguel Bosé vive en Panamá, su país natal, adonde ha regresado en busca de la tranquilidad y el anonimato para él y para sus hijos. Porque aquel “Papito” lo fue por partida no doble sino cuádruple. En 2011, Miguel Bosé volvió a dejarnos a todos boquiabiertos al confesar que era padre de los mellizos Diego y Tadeo, gracias a un vientre de alquiler, y 7 meses después, de otros 2, Ivo y Telmo. Desde entonces, toda la familia numerosa acompaña al músico de gira porque ya lo dijo hace unos años, su intención es morir sobre el escenario.

                                               (De Lidia Martín, el 23 de junio de 2015)

Referencias útiles:
AMO TOUR by MiGUEL BOSÉ

¿CUÁNDO? El Jueves 25 de junio de 2015, a las 22h.

¿QUÉ? Concierto de Miguel Bosé.

¿DÓNDE? En la Plaza de Toros Monumental de Las Ventas
Calle Alcalá, 237
28028 Madrid
917 264 800
M Ventas

¿CUÁNTO? Desde 38 a 86 euros aquí.

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