Intensa, explosiva, curiosa, feminista y ávida lectora, Joplin fue “mujer” con todas las letras y en plena contracultura de los años 60 se atrevió a ser diferente. Fue nombrada reina del blues, del soul y de la psicodelia, daba igual el estilo, todo lo que tocaba- también country, góspel o rock- se convertía en oro. Y tal vez aquel brillo especial fue el que le valió el apodo de “Pearl” (perla), pues así llamaban sus amigos a una jovencita que en su corta carrera musical vendió más de 15 millones de álbumes sólo en Estados Unidos. Sus canciones reflejaban un espíritu tan roto como su voz, el de una veinteañera que sucumbió a la heroína y al alcohol, y que con solo 27 años, murió después de inyectarse una última dosis. Hoy, Viernes 04 de marzo de 2016, tras 7 años de trabajo, se estrena el documental “Janis: Little Girl Blue” de la nominada al Oscar Amy J. Berg, en el que otra sureña, la artista Cat Power, narra a través de las cartas que la cantante escribió a familiares y amigos, quién era Janis Joplin y cómo se convirtió en una estrella.

   Janis Lyn Joplin nació el 19 de enero de 1943 en Port Arthur, uno de los vértices del famoso triángulo del oro de Texas, donde el petróleo daba de comer a casi todos los habitantes. Sus padres, más allá de sus progenitores biológicos, la registradora Dorothy Bonita Este y el ingeniero Seth Ward Joplin, fueron según ella misma contó con los años, las voces de grandes mujeres del blues y del jazz como Billie Hollyday, Bessie Smith o Big Mama Thornton. Fue en aquella música en la que la joven Janis se refugió cuando vivió una experiencia que al parecer marcaría su destino, pues cuentan que en el instituto, su aspecto desaliñado le valió ser elegida como “el hombre más feo”. Pero Joplin, lejos de hundirse, se revolvió ante la adversidad convirtiendo aquella humillación adolescente en el detonante de un feminismo activo y revolucionario que llevó como bandera en cada gesto, en cada concierto y en cada canción y entrevista. Aún así, los que la conocieron afirman que detrás de aquella fachada de libertad, igualdad sexual y “sujetadores fuera”, la pequeña Janis ocultaba una terrible inseguridad y una vulnerabilidad que nunca llegó a superar.

   Hastiada, la joven Joplin pronto lo abandonó todo por las canciones y la poesía, y eligió San Francisco como el lugar perfecto para dejar volar su imaginación y arte. Allí, en el barrio de Haight Ashbury, famoso por el trapicheo, la joven Janis comenzó a flirtear con las drogas y sin darse cuenta empezó a escribir la historia de la música. Su primera aportación llegó gracias al encuentro casual con un tipo llamado Jorma Kaukonen -que luego sería guitarrista de los Jefferson Airplane-, con el que grabó unos cuantos temas. Poco después fue el turno de su primera banda, la medio consagrada Big Brother and the Holding Company, que después de oír hablar maravillas de una cantante arrolladora y con una presencia tan diferente que lograba sorprender a un público por entonces difícil de impresionar, decidió ir a por ella.

   Con aquella formación, Janis (retratada aquí) comenzó una carrera profesional tan fulminante que, en apenas unos meses, Columbia los fichó, y lanzó en 1967 el primero de sus 4 únicos álbumes de estudio. Aquel año fue el mismo en que Joplin dio su primer gran concierto, nada más y nada menos que en el ahora famosísimo Monterey Pop Festival, en el que, a pesar de ponérselo difícil Jimi Hendrix entre muchos otros, Joplin logró dejar boquiabierto a los presentes, y entre ellos, según quedó grabado en uno de los documentos gráficos del concierto, al mismísimo Cass Elliot de The Mamas & the Papas, que exclamó: "¡Wow! ¡Esto es muy fuerte!" mientras disfrutaba del tema "Ball and Chain". El Monterey se convirtió en una gran cantera de artistas, y sobre todo, en el precursor de Woodstock, en el que sólo 2 años después, Janis Joplin volvería a actuar convertida ya en todo un fenómeno mediático que acaparaba portadas, críticas y entrevistas en publicaciones tan variopintas como Time o Vogue. Sin embargo, Janis fue a Woodstock sin ser consciente de las dimensiones del festival, y cuentan que al ver la brutal multitud, cuando sobrevolaba en helicóptero el recinto, casi se desmaya de los nervios, y que intentó calmar a lo largo de las 10 horas de espera, con un exceso de heroína y alcohol que también hicieron acto de presencia con ella sobre el escenario.

   Todo había ido muy deprisa, y con su segundo trabajo “Cheap Thrills” (1968) y su inolvidable versión de “Piece of my Heart”, Janis se colocó en el nº1, y vendió 1 millón de copias en apenas 1 mes. Aquella chica acaparaba todas las miradas, y sólo 1 año después y ya con una banda hecha a su medida, la Kozmic Blues Band sacó “I Got Dem Ol’Kozmic Blues Again Mama!” (1969). Por entonces, cuentan las malas lenguas que su enganche no era sólo con la música y el escenario, sino también con la heroína, en la que podía llegar a gastar 200 dólares al día. Joplin intentó dejarlo varias veces, pero o no duraba lo suficiente o no lo conseguía. De hecho, consciente de su necesidad, llegó a prohibir en más de una ocasión a amigos y miembros de la banda, que se drogasen delante de ella. Pero igual que volvía a subirse a las tablas, volvía a inyectarse una y otra vez.

   Del escenario llegó a decir: “En él hago el amor con miles de personas, pero después me voy a la cama sola”. Y muchos defienden que esa soledad fue la que también la llevó a esconderse en la heroína y su dulce olvido, y luego, intentando evitarla en el alcohol. Sin embargo, en uno de sus momentos limpia, en un viaje a Brasil para desconectar de todo y todos, fue cuando vivió la historia de amor que más le marcó. Su nombre era David Niehaus, un profesor estadounidense que ajeno a la fama y a las drogas, no tenía ni la más remota idea de quién era aquella pizpireta. Desgraciadamente la heroína pudo más, y nada más regresar a Estados Unidos, la artista retomó su vida habitual, plagada de drogas, malas compañías y demasiado escenario para Niehaus.

   En 1970, de nuevo sola, Janis decidió formar otro grupo, y así llegó Full Tilt Boogie Band, con los que preparó un nuevo trabajo. Junto a ellos grabó el que sería su último tema, “Mercedes Benz”, una canción hecha sólo con su voz y que junto a un mensaje de felicitación que Joplin, a petición de Yoko Ono, realizó para el 30 cumpleaños de John Lennon, fueron las últimas canciones de su vida. Aquella felicitación llegó a manos del “Beatle” cuando Janis Joplin ya había fallecido. Murió el 04 de octubre de 1970, 16 días después de la pérdida de otro grande como Jimi Hendrix, con el que pasaría a formar parte del Club de los 27, que hoy junto a Brian Jones, Kurt Cobain, Robert Johnson, Jim Morrison y Amy Winehouse, integran genios que se fueron a tan temprana edad.

   Siempre se ha dicho que Joplin murió por sobredosis, pero al parecer fue la pureza de la heroína que tomó aquella noche la que se la llevó (junto con -según cuentan- otras 6 personas más) en una habitación del Landmark Motor Hotel de Hollywood, cerca del estudio donde estaba grabando “Peal” (1971), su nuevo disco que salió a la luz 3 meses después de su último viaje.

                                                      (De Lidia Martín, el 04 de marzo de 2016)

Referencias útiles:
“JANiS: LiTTLE GiRL BLUE”

¿CUÁNDO? El Viernes 04 de marzo de 2016.

¿QUÉ? Estreno en España del documental de “Janis: Little Girl Blue”, de Amy J. Berg.

¿DÓNDE? En los Cines Renoir Plaza de España (también en Facebook y Twitter)
Calle de Martín de los Heros, 12
28008 Madrid
915 422 702
M Plaza de España / Ventura Rodríguez
Pases: a las 16h, a las 18h10, a las 20h20 y a las 22h30.

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