Su vida está estrechamente relacionado con los libros. De formación autodidacta, comenzó a trabajar en el mundo de la ilustración a principios de los años 80. Tras colaborar en publicaciones de la época como Madriz o La Luna de Madrid, siguió su camino en agencias de publicidad como director de arte, actividad que abandonó en 1999 para dedicarse por completo a la ilustración. (Petit) Entrevista a Fernando Vicente, que ha conseguido imponerse como uno de los mejores ilustradores europeos gracias, entre otras cosas, a un estilo muy personal y un asombroso nivel de minuciosidad.

   La relación entre Fernando Vicente (retratado aquí) y el mundo del libro no es algo nuevo. Se remonta a más de tres décadas, a lo largo de las cuales ha ilustrado suplementos culturales como Babelia (el suplemento cultural de el diario El País) y textos de autores tan importantes como Mario Vargas Llosa o Eduardo Mendoza. Y en los últimos años, después de años asociando la ilustración con los productos y el público infantil, han surgido editoriales que han comenzado a apostar por la ilustración en el entorno adulto.

   Fruto de ello son trabajos como El enfermo imaginario (Editorial Bambú, 2010), El manifiesto comunista (Nórdica Libros, 2012), Estudio en escarlata (Nórdica Libros, 2013), Alicia a través del espejo (Nórdica Libros, 2016) o Cumbres borrascosas (Tres Hermanas Ediciones, 2016), ilustrados por Fernando Vicente: “Siempre se ha valorado la ilustración, pero va por rachas. Yo, que llevo más de 30 años “viviendo del cuento”, las he visto de todos los colores e, indudablemente, este momento es uno de los mejores. Durante muchos años, las editoriales preferían fotos en las portadas de los libros. Ahora, sin embargo, cada vez hay mas ilustración. El mundo del libro estaba muy parado, y la ilustración funciona como un pequeño empujón para animar a la gente a comprar libros. Es algo que se nota en las librerías, que se están llenando de colorido”.

   En cuanto a su estilo, el perfeccionismo y amor al detalle están presentes en toda la producción del pintor madrileño, independientemente de la importancia del proyecto o del medio en el que se publique: “El mayor problema para un ilustrador es el tiempo. En prensa tienes muy poco tiempo, la ilustración se hace de un día para otro. Además, es una imagen que va estar muy poco tiempo en manos del lector, por lo que tiene que ser un chispazo que transmita la idea. En los libros ilustrados, sin embargo, hay mucho más tiempo, tanto para el lector como para mí. En todo caso, es cierto que soy bastante rápido trabajando y también lo es que disfruto mucho del proceso. Eso acaba notándose en el resultado”.

   En 2015, a los encargos habituales del sector editorial, se han sumado el cartel de la Feria del Libro de Madrid en El Retiro (que se puede ver aquí) y los de la Feria de Otoño del Libro Viejo y Antiguo. Unos trabajos que han causado verdadera sensación entre el público madrileño, que los ha compartido por redes sociales, los ha solicitado a la organización o, simplemente, los ha arrancado y llevado consigo: “La verdad es que es muy bonito lo que ha sucedido con los carteles. Hace poco me he encontrado mi cartel de la Feria del libro de Madrid de 2015 en el libro de Lengua en la clase de Bachillerato de mi hijo y ha sido muy emocionante. En todo caso, lo importante es que los carteles sirvan a su cometido: atraer a la gente a los eventos que anuncian”...

   Hoy, Jueves 28 de septiembre de 2017, la Feria de Otoño del Libro Viejo y Antiguo volverá a lucir un cartel de Fernando Vicente (que se puede ver aquí) para anunciar su XXIX edición en el Paseo Recoletos.

                                      (De Eduardo Bravo, el 28 de septiembre de 2017)

Referencias útiles:
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