Si bien Don Juan Tenorio le proporcionó fama internacional, también eclipsó el resto de su producción, rica en poemas líricos, leyendas e incluso un libro de memorias. Y a pesar de su éxito, la vida de José Zorrilla (1817-1893) transcurrió en una continua bohemia caracterizada por las estrecheces económicas.

   Con motivo del bicentenario del nacimiento del autor vallisoletano, la Biblioteca Nacional ha preparado una exposición que aborda su vida y su obra desde un punto de vista alejado de los tópicos. (Petit) Homenaje al último romántico de la literatura española.

ALUCiNACiONES Durante una época de su vida, José Zorrilla (retratado aquí) sufrió episodios de sonambulismo y alucinaciones, algunas de las cuales sirvieron de inspiración para los aspectos más fantásticos de sus obras. También se inventó una especie de doble o doppelgänger, figura muy en boga en el romanticismo alemán de la época, al que hizo protagonista de libros como Cuentos de un loco. Para algunos biógrafos del escritor, estos ejemplos de inestabilidad mental podrían haber sido consecuencia de la enfermedad que le acabaría provocando la muerte...

BiCENTENARiO El 21 febrero de 2017 se cumplió el bicentenario del nacimiento de José Zorrilla. Entre las actividades previstas, para celebrar este aniversario, se encuentra la exposición organizada por la Biblioteca Nacional y comisariada por Raquel Sánchez García, experta en el movimiento romántico español. La muestra, que lleva por título “Zorrilla, poeta popular”, está dividida en tres partes: la primera repasa la juventud y los primeros escritos del autor; la segunda se centra en su faceta de escritor dramático; y la tercera aborda el universo iconográfico creado por Zorrilla a través de sus obras.

CARLiSTA José Zorrilla nació en una familia conservadora. Su padre era carlista, es decir, seguidor de Carlos María Isidro de Borbón, enfrentado con Isabel II en la sucesión del trono de España. Su conservadurismo y su adscripción carlista hicieron que sufriera diferentes purgas y represalias, llegando a ser desterrado en Lerma (Burgos), lo que provocó que la familia pasase una época complicada tanto emocional como económica.

DELGADO, MANUEL En 1844, debido a sus problemas económicos, José Zorrilla vendió los derechos de su Don Juan Tenorio al editor Manuel Delgado. El éxito de la obra hizo que Delgado comenzase a ganar grandes cantidades de dinero de las cuales Zorrilla no percibiría nada. Con el paso del tiempo, la desigualdad en el trato con el editor hizo que el propio autor comenzase a cogerle manía a su creación. Tanto es así que Zorrilla decidió escribir una zarzuela bufa que se burlase del personaje y su obra con el fin de que el público dejase de interesarse por su Don Juan, pero no cuajó.

ESQUiVEL En 1846, Antonio María Esquivel y Suárez pintó “Los poetas Contemporáneos o Lectura de José Zorrilla en el estudio del pintor”, en el que aparecen los artistas románticos españoles más importantes de la época. Entre ellos, se encuentra el propio Zorrilla, que da nombre al lienzo. El cuadro forma parte de la colección del Museo del Prado, y está expuesto en la sala 063B.

FÚTBOL Aunque deporte y literatura no acostumbran a ir de la mano, la ciudad de Valladolid decidió llamar a su estadio de fútbol José Zorrilla en homenaje al escritor que, en 1884, fue nombrado cronista de esa ciudad. El estadio fue inaugurado en 1982 con motivo del Campeonato Mundial de Fútbol, celebrado en España, y sustituyó al antiguo, también llamado José Zorrilla, que estuvo en funcionamiento desde 1940.

GODO José Zorrilla habría escrito su tercera obra dramática, El puñal del godo (1843), en tan solo 24 horas para ganar una apuesta y, de nuevo, el autor vallisoletano utilizó un hecho real de la época medieval española como inspiración. En este caso, se trata del enfrentamiento entre don Rodrigo y el Conde don Julián, que habría ayudado a los musulmanes a entrar en la Península y ocuparla. La obra fue un éxito, lo que animó al escritor a continuar la historia en una segunda parte. Se titula La calentura, y se estrenó en 1847.

HABANA En 1858, José Zorrilla llegó a La Habana. Una de las razones de su viaje, que también le había llevado por otras capitales americanas, era huir de su mujer. No le resultó sencillo. En una carta a su amigo Tomás de Asensi le decía: “Fui a La Habana y allí me siguieron cartas y anónimos”. En otras palabras, cada vez que a Zorrilla le surgía un buen negocio o una oportunidad para prosperar, su mujer interfería escribiendo a la otra parte cartas con detalles escabrosos sobre el escritor.

iRLANDA En 1838 José Zorilla contrajo matrimonio con Florentina O’Reilly, una viuda irlandesa arruinada, mayor que él y que aportaba al matrimonio un hijo de su unión anterior. La pareja no funcionó, y a los problemas de convivencia se sumó el disgusto provocado por la muerte de un hijo que tuvieron juntos. Finalmente, Zorrilla, que durante el matrimonio tuvo numerosas amantes, abandonó a Florentina, y se marchó primero a París y luego a América, a continuar con su vida literaria y bohemia.

JUAN, DON Don Juan Tenorio es sin duda la obra más conocida de José Zorrilla. Inspirado por El burlador de Sevilla, atribuida a Tirso de Molina, Zorrilla retomó en 1844 el mito de Don Juan para crear un drama en el que hay infidelidad, apuestas, engaño, sexo con una novicia, duelos a espada, persecuciones, zombies, arrepentimiento y redención. El Tenorio es una de las obras más representadas del repertorio español ya que la tradición hace que todos los 31 de octubre, en la noche de difuntos, se interprete en escenarios de todo el país. Y en 2002, fue declarada Fiesta de Interés Turístico Regional de Alcalá de Henares.

KiLÓMETROS El Paseo Zorrilla de Valladolid es la principal arteria de la ciudad castellana. Parte desde la plaza José Zorrilla, en la que se encuentra una estatua en homenaje al escritor, y acaba en la carretera de Rueda. En total cuatro kilómetros y casi trescientos metros.

LARRA Mariano José de Larra (1809-1837) fue un importante escritor español del XIX que, llevando hasta el extremo el sentimiento romántico que desarrolló en su obra literaria, puso fin a sus días suicidándose. La noticia de su muerte provocó una gran conmoción en el mundo de las artes, y su funeral reunió a las más importantes personalidades de la cultura española del momento. Uno de los asistentes fue José Zorrilla, por entonces un joven escritor desconocido, que tuvo la oportunidad de leer en la ceremonia un poema en honor de Larra. La pieza se titulaba “A la memoria desgraciada del joven literato”, y comenzaba con los siguientes versos:

      Ese vago clamor que rasga el viento
      Es la voz funeral de una campana:
      Vago remedo del postrer lamento
      De un cadáver sombrío y macilento
      Que en sucio polvo dormirá mañana...

Los presentes quedaron tan impresionados por el talento de Zorrilla, que comenzaron a abrirle las puertas de los cenáculos más importantes de la ciudad y a proponerle colaborar en diferentes revistas y periódicos. De hecho, Zorrilla ocupó la vacante en El Español que dejó Larra tras su muerte.

MÉXiCO José Zorrilla fue un gran viajero. Residió en París, Londres, Cuba e incluso México, donde pasó 11 años de su vida. Aunque estuvo protegido y apoyado por el Emperador Maximiliano I, los problemas políticos del país no le permitieron disfrutar de una vida excesivamente holgada ni lujosa. Finalmente, Zorrilla regresó a España en 1866, un año antes de que el Emperador fuera fusilado por los liberales, que lo habían derrocado e instaurado una república en el país.

NACiONAL, BiBLiOTECA Durante su juventud, Zorrilla, mal estudiante y amigo de las juergas y de las broncas (que se vio envuelto en algún que otro delito menor) e incluso cuando ya era conocido, pasó graves penurias económicas. En sus primeros años en Madrid, Zorrilla acudía con frecuencia a la Biblioteca Nacional no solo para consultar los fondos o disfrutar de la lectura, sino sencillamente para “no pasar frío”.

OPERACiÓN El 21 de enero de 1893, José Zorrilla falleció en Madrid por las secuelas de una operación realizada para extraerle un tumor cerebral que le había sido diagnosticado. Fue enterrado en el cementerio de San Justo de Madrid, pero en 1896 sus restos fueron trasladados a Valladolid.

PARNASiLLO El Parnasillo era una tertulia romántica que tenía su sede en el Café del Príncipe de Madrid, junto al actual Teatro Español. Entre los escritores y artistas que la frecuentaban, se encontraban José de Espronceda, Larra, Mesonero Romanos, los Madrazo, Antonio María Esquivel y el propio José Zorrilla.

QUiNTANiLLA Quintanilla de Somuño era un pequeño pueblo burgalés del que era natural Nicomedes Moral, madre de José Zorrilla, que pasó largas temporadas en ese lugar durante su infancia e incluso las semanas previas a su muerte. En el censo de 1842, época de Zorrilla, el pueblo contaba 110 viviendas y 240 vecinos. Años después, en 1881, el pueblo desapareció tras ser absorbido por el pueblo de Estépar.

RECUERDOS:Al final de su vida, José Zorrilla escribió Recuerdos del tiempo viejo. En ese libro de memorias, el autor quiso explicar por qué, a pesar de su éxito, había pasado una vida de penurias y estrecheces. En el texto habla de sus malas relaciones con su padre, de lo poco que éste apreciaba su obra literaria, de su vida bohemia, de sus sueños, sus alucinaciones y de cómo, en ocasiones, la literatura no fue una elección personal sino la única vía de obtener dinero con el que sobrevivir.

SANTA TERESA En la madrileña calle Santa Teresa, semiesquina a la calle de Hortaleza, a la altura de Alonso Martínez, está el edificio en el que falleció José Zorrilla en 1893. El lugar, el mismo en el que hasta hace poco tiempo estuvo la librería Paradox, cuenta con una placa en la fachada que recuerda el hecho y que fue sufragada por el Círculo de Bellas Artes en diciembre de 1915.

TRAiDOR En 1849, José Zorrilla escribió la obra de teatro Traidor, incofeso y mártir, que narra la supuesta vida del rey Sebastián I de Portugal, heredero del trono portugués que fue dado por desaparecido en la Batalla de Alcazarquivir. En la imaginación de Zorrilla, el rey habría comenzado a trabajar como panadero para el rey español Felipe II, quien pretende asesinarlo por la amenaza que supone para sus objetivos de controlar el trono de Portugal. Los tres adjetivos que conforman el título de la obra hacen referencia al personaje principal de Sebastián I, que sería traidor (por disfrazarse de panadero para escapar de la justicia), inconfeso (porque, a pesar de las torturas e interrogatorios, niega ser el rey portugués) y mártir (porque, al final, [ATENCIÓN SPOiLER] es ajusticiado por Felipe II).

UNiVERSiDAD José Zorrilla fue enviado por su familia a Toledo para estudiar Derecho en la universidad de dicha ciudad. Para controlarlo, lo pusieron a cargo de un pariente canónigo que lo alojó en su casa. Sin embargo, el poco interés del joven por los estudios, sus juergas y sus gamberradas pronto agotaron la paciencia del familiar, que resolvió devolverlo a Valladolid, donde continuaría con los estudios de leyes, aunque con el mismo poco éxito.

VALLADOLiD José Zorrilla nació en Valladolid el 21 de febrero de 1817. En dicha localidad castellana residió hasta la edad de 6 años, momento en el que la familia se trasladó a Burgos porque su padre fue nombrado gobernador de la ciudad. Entre 1833 y 1836, regresó a Valladolid para intentar encauzar su carrera como estudiante, que no era muy brillante. Fue nombrado cronista de la ciudad y, aunque falleció en Madrid, pidió que sus restos fueran trasladados a su localidad natal, donde también se encuentra la Casa-Museo José Zorrilla.

WALTER SCOTT El escocés Walter Scott (1771-1832) fue uno de los principales escritores del romanticismo británico. Sus obras, en especial las novelas históricas como Ivanhoe, tuvieron un gran éxito en su época, e interesaron a lectores de Europa, América y Oceanía. Uno de esos lectores fue José Zorrilla, que también era aficionado a otros clásicos de la novela de aventuras como El último mohicano, de James Fenimore Cooper, o la saga de Los tres mosqueteros, de Dumas.

XIX José Zorrilla es considerado por muchos críticos como el dramaturgo más importante del siglo XIX español. Además, esos críticos sostienen que su figura supondría un cambio de paradigma para el concepto que de poeta y escritor se manejaba hasta el momento. Con Zorrilla, el escritor pasó a ser transmisor de un conjunto de ideas valiosas para construir la personalidad de un país o, lo que es lo mismo, con Zorrilla surge lo que se conoce como “escritor nacional”. Además, su labor como escritor comenzaba a estar afectada por la irrupción del capitalismo y el mercado en el campo de la cultura. Algo que antes era poco frecuente, pero que en la actualidad es clave para cualquier actividad cultural.

YEGUA Como en el caso de sus obras teatrales, muchos de los poemas de Zorrilla recrean acontecimientos de la Edad Media española, la invasión árabe y la Reconquista. Así sucede en “Corriendo van por la vega”, cuyos primeros versos hablan de cómo los musulmanes llegan a Granada, ciudad que ya estaba bajo su dominio, a lomos de caballos y yeguas:

      Corriendo van por la vega
      A las puertas de Granada
      Hasta cuarenta gomeles
      Y el capitán que los manda.
      Al entrar en la ciudad,
      Parando su yegua blanca,
      Lo dijo éste a una mujer
      Que entre sus brazos lloraba:
      - Enjuga el llanto, cristiana
      No me atormentes así,
      Que tengo yo, mi sultana,
      Un nuevo Edén para ti.

ZAPATERO Escrita entre 1839 y 1842, El Zapatero y el rey es la obra teatral con la que José Zorrilla comenzó a ser conocido por el público español. Se trata de un drama basado en hechos y personajes históricos que cuenta acontecimientos de la vida de Pedro de Castilla. Este rey logró sofocar una conspiración en su contra, rechazó una excomunión del papa contra él, y ordenó la condena a muerte de uno de los rebeldes por haber asesinado al padre de un zapatero que se había mantenido leal al rey.

                                      (De Eduardo Bravo, el 20 de septiembre de 2017)

Referencias útiles:
ZORRiLLA, POETA POPULAR

¿CUÁNDO? De Martes a Sábado, de 10h a 20h, y los Domingos y Festivos, de 10h a 14h, hasta el Domingo 21 de enero de 2018.

¿QUÉ? Doscientos años después del nacimiento del poeta, la Biblioteca Nacional organiza la exposición "Zorrilla, poeta popular", que pretende recordar a uno de los literatos más importantes de la cultura española contemporánea. Zorrilla fue el trovador del pueblo, como él mismo se llamó, pues se consideraba la voz y la palabra de las personas comunes, de cuyas leyendas y tradiciones bebió su obra. Precisamente por eso, sus versos fueron tan conocidos y recitados en su tiempo.

¿DÓNDE? En el Museo de la BNE (en la ilustración)
Paseo de Recoletos, 20-22
28001 Madrid
915 807 800
M Colón / Serrano (L4)

¿CUÁNTO? Actividad gratuita.

Para saber más de la muestra, conéctate a la web de la BNE (también en Facebook y Twitter).

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