Supo expresar las emociones como nadie cantando por la igualdad y los derechos de una comunidad negra en plena segregación, incluso en la música. En su breve carrera (publicó solo 6 discos en vida), el apodado Rey del Soul quiso ser en realidad una estrella del pop y conquistar así al gran público de blancos ajenos a su sonido. Imponente, atlético, cabezota, generoso y con un estilo único, Otis Redding (1941-1967) se inspiró en Little Richard y Sam Cooke para revolver sentimientos y sumó influencias de los Beatles, Bob Dylan e incluso Hendrix para arrasar y convertir en himnos temas tan míticos como “Respect” (1965), que popularizó Aretha Franklin. Sin embargo, justo cuando se atrevió a dar el cambio con un tema, que levantó ampollas entre los puristas del soul, Redding murió demasiado joven en un inesperado accidente aéreo. Aquel tema era “(Sittin’ on) the dock of the bay” (1968), una canción que vio la luz a título póstumo y le dio la razón. Este año se cumplen 50 años de su muerte y para recordarlo, el próximo 04 de marzo de 2017, el festival Madrid es Negro le rendirá homenaje con una fiesta que cerrará su 7ª edición.

    Otis Ray Redding nació el 09 de septiembre de 1941 en el seno de una familia humilde de Dawson (Georgia). Fue el cuarto de seis hermanos, pero el primer varón, lo que emocionó tanto a su padre y a su madre, Fannie Mae, que no dudaron en ponerle el mismo nombre que su progenitor. Siendo Otis solo un bebé de dos años, su padre, aparcero y predicador, se trasladó con su familia a una zona de viviendas del estado destinadas a la comunidad afroamericana en Macon, una ciudad sureña de Georgia, uno de los estados más pobres de Norteamérica. Allí el pequeño Otis descubrió la música en la iglesia bautista donde predicaba su padre, mientras estudiaba canto, guitarra, batería y piano.

    Consciente de la precariedad económica de su familia, el ya adolescente Otis pensó que podía ganar un dinero haciendo lo que más le gustaba y así empezó a cantar góspel los domingos para la radio local, a tocar el piano en alguna que otra banda y a participar en los concursos locales de talentos. En 1958 Otis llegó a ganar 15 semanas consecutivas el certamen dominical del Teatro Douglas en el que pagaban 5 dólares al vencedor, y aunque tal éxito hizo que le prohibieran volver a participar, Redding también logró llamar la atención de Los Upsetters, la banda de apoyo de Little Richard, que le contrató de inmediato.

   Después de las casi obligadas giras del llamado Chitlin Circuit, es decir, locales y clubes para audiencia de color, Otis se unió en 1960 a Johnny Jenkins de los Pinetoppers con el que, además de recorrer gran parte de la geografía americana, tuvo la oportunidad de su vida, al ofrecerse a llevarle a una grabación en Stax, la compañía entonces más importante de Memphis. Sin embargo, aquel día, Jenkins no se lució en el estudio y el productor, con un olfato infalible, quiso aprovechar los minutos que sobraban para escuchar y grabar al joven acompañante. Otis cantó “These Arms Of Mine” que se publicó como single en 1962 y llegó a vender más de 800.0000 copias.

   Por supuesto, el tema formó parte de su primer disco, “Pain in my heart” (1964), cargado de covers de otros grandes como su admirado Little Richard o Rufus Thomas, y aún así, con la única novedad de su voz, consiguió colarse entre los primeros puestos de las listas de Rhythm and blues y en el top 100 del Billboard. Su fama se extendió rápidamente, pero lo hizo casi de forma exclusiva en la comunidad afroamericana, así que, tras publicar “Otis Blue: Otis Redding Sings soul” (1965) -un título tan obvio como definitivo que, dicen, se grabó en 24 horas y desconcertó a más de uno al incluir una versión de “Satisfaction” de los Rolling-, el cantante convenció a algunos de sus compañeros para formar Jotis Records, una empresa con la que produjo álbumes a Billy Young o Loretta Williams, dejando de ser un mero intérprete para poner su toque en el sonido de otros.

   Aunque muchos le criticaron la falta de técnica, estaba claro que su estilo era diferente. De hecho, Otis (retratado aquí) definió el sonido de Stax Records y lo diferenció de su competidora Motown al negarse a meter coros, cuerdas y otros adornos, que abundaban en la discográfica reina de la música negra. Además, consciente de que aún le quedaba mucho público por conquistar y a pesar del salto que supuso el concierto en el Teatro Apollo de Harlem -donde también había dado sus primeros pasos Ella Fitzgerald cuando en 1934 el club por fin abrió sus puertas al público de color-, Redding puso los ojos en el mítico local Whisky a Go Go del Sunset Strip de Los Ángeles, donde logró entrar, ser pionero del soul y sobre todo, llegar cada vez más a la cultura popular que tanto ansiaba.

   También fue su cabezonería la que le llevó a apostar por un tema que ya habían versionado otros tan grandes como Bing Crosby o Fran Sinatra. A pesar de los intentos de amigos y enemigos de persuadirle de lo contrario, Otis grabó “Try a Little Tenderness”, que de inmediato se transformó en su nueva seña de identidad y elevó su siguiente disco, “Complete & unbelievable: The Otis Redding dictionary of soul” (1966), a la categoría de súper ventas. Aquel mismo año, y con su habitual, pero poco reivindicativa preocupación por la comunidad negra, Otis formó el grupo The Soul Clan, junto a Solomon Burke entre otros, para concienciar a su público de color de la necesidad de un cambio hasta que por fin, en 1967, llegó su gira por Europa sin saber que aquel viaje cambiaría su vida y su música para regresar con el convencimiento de conquistar América.

   Se estrenó en un concierto en Londres ante el que se rindieron los mismísimos Beatles, que mostraron su respeto mandando sus limusinas para recoger a Otis y a su grupo al aeropuerto. Llegaron luego París, Estocolmo, Suecia… y por fin una de las citas inolvidables, el Monterey International Pop Festival, donde también actuaron Jimi Hendrix, The Who, Grateful Dead o Janis Joplin, que -cuentan- quedó impresionada al ver al grandullón de Otis. Se dice, se comenta, se rumorea que al principio Otis entró a regañadientes en dicha cita, pues el espíritu hippie del festival obligaba a los artistas a actuar gratis. Sin embargo, al final, el cantante supo ver en un público mayoritariamente blanco al que él mismo bautizó como “la multitud del amor”, el filón y su futuro, pues si allí tenía éxito, se le abrirían las puertas del rock donde todo era superior, incluido el sueldo. Desgraciadamente, cuando cerraba el que parecía el año definitivo de su carrera, el que le auguraba por fin el éxito general que siempre había soñado, llegó el final.

    El 10 de diciembre de 1967, el avión en el que viajaba Otis con su banda de acompañamiento The Bar-Keys, se estrelló en el lago Monona, a las afueras de Madison (Wisconsin), a tan solo 6 kilómetros y 3 minutos de su destino. Su cuerpo fue recuperado al día siguiente y a su funeral acudieron más de 5.000 personas, que descubrirían en enero de 1968, el último trabajo que Otis acaba de grabar en los estudios Stax. Con “(Sittin’On) The Dock of The Bay” y su un sonido influenciado por el “Sgt Peppers” de los Beatles, el cantante de 26 años había descubierto el poder de la mezcla del folk con el soul. Un giro inesperado, que no se parecía a nada de lo que había hecho antes, pero que sería su trampolín definitivo al público masivo y blanco. Fue su primer -y último- nº1 y el primero a título póstumo en la historia de Estados Unidos.

PD (nº1) familiar: Dicen que fue en uno de los muchos concursos locales de talentos que frecuentó Otis Redding donde el cantante conoció a una jovencísima camarera de Macon, llamada Zelma Atwood, con la que, tras 2 años de noviazgo, se casó en 1961, y tuvo 3 hijos, Dexter, Karla y Otis III.

PD (nº2) empresarial: Otis Redding se fue en su mejor momento y aunque su música le sobrevivió, su desaparición también se llevó por delante a su discográfica Stax, que ingenua, se dejó hundir por Atlantic con una cláusula del contrato de distribución en la que, sin saberlo, los de Memphis habían cedido todos los derechos de las canciones de Redding.

                                                  (De Lidia Martín, el 31 de enero de 2017)

Referencias útiles:
50 AÑOS SiN OTiS REDDiNG

¿CUÁNDO? El Sábado 04 de marzo de 2017, a las 21h.

¿QUÉ? Fiesta homenaje “50 años sin Otis Redding” como cierre de la 7ª edición del Festival Madrid es Negro con la banda madrileña Anaut (retratada aquí) e invitados.

¿DÓNDE? En la Sala But (ver la ilustración)
Calle de Barceló, 11
28004 Madrid
914 455 861
M Tribunal

¿CUÁNTO? 12 euros anticipada aquí; 15 euros en taquilla.

Para saberlo todo del evento, conéctate a la web de MADRiD ES NEGRO (también en Facebook y Twitter); y para seguir los pasos póstumos de OTiS REDDiNG, conéctate a su web, su Facebook y su Twitter.

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