Después de la destrucción total, a finales de 2009, del Mercado original de Barceló, la actividad comercial no desapareció sino que un total de 70 comerciantes se trasladó, a principios de 2010, a un espectacular mercado efímero de diseño, que lleva la firma de los arquitectos Fuensanta Nieto y Enrique Sobejano. Detrás de su fachada de policarbonato translúcido, los 6 polígonos pentágonos, con sus 4.086 metros cuadrados de superficie construida, ubicados en los denominados Jardines del Arquitecto Ribera, dan forma al Mercado provisional de Barceló y han alimentado tanto al barrio como la polémica a lo largo de sus más de 4 años de vida (en lugar de los 2 inicialmente previstos).

   En 1922, después de adquirir la parcela de 15.000 metros cuadrados, ocupada desde 1726 por el Real Hospicio del Ave María y San Fernando, el Ayuntamiento de la Villa se rascó el bolsillo y se puso manos a la obra. Paralelamente a la rehabilitación de la crujía delantera, del patio interior y de la capilla del ex hospicio para acoger el Museo Municipal, mandó derrumbar el resto del edificio para crear un inmenso solar en el que se trazaría un hermoso parque público. Poco después de su inauguración, en 1927, el Jardín del Hospicio pasó a llamarse Jardines de Pablo Iglesias, entre 1928 y 1939, para rendir homenaje al recién fallecido padre del socialismo en España y fundador del PSOE y de la UGT. Pero, tras la guerra (in)civil, se borraron del mapa su nombre y su tributo, y los rebautizados Jardines del Arquitecto Ribera cogieron el nombre del artífice del Hospicio.

   En 1941, se desmanteló la piscina infantil que la II República había instalado en el jardín público y, en su lugar, se instaló a sus anchas la Fuente de la Fama, construida en 1732 por el arquitecto -definitivamente de moda en la Villa- Pedro de Ribera (1681-1742) y financiada por el pueblo (pero esto es otra historia). En 1967, vino a hacerle compañía el Monumento a Ramón de Mesonero Romanos, obra de escultor Miguel Blay, pero, a penas 2 años más tarde, tuvo que ser desmontado de nuevo para permitir la construcción del actual aparcamientos subterráneo. El pedestal en honor al escritor español, conocido por sus crónicas costumbristas de la Villa, volvería a ocupar su sitio en 1971 hasta que el Ayuntamiento  tuviera otros planes para los Jardines  populares.

   A principios del nuevo milenio, el Mercado Municipal de Barceló, construido en 1956 por José Luis Sanz Magallón, en el último trozo de solar del Hospicio, enfrente del ex Grupo Escolar Pablo Iglesias y actual Colegio Isabel La Católica, se caía de viejo, para hablar claro. Entre sus ascensores que iban por libre, su dédalo de escaleras y pasillos para perderse y una instalación eléctrica anticuada de alto voltaje, la necesidad de renovar el mercado de abastos era evidente para todos. Lo que lo era menos, era su destrucción total y el traslado temporal de la actividad comercial mientras se levantaría uno nuevo con (encima) una delicada   fachada posmoderna.

   Sin embargo, a finales de 2007, a pesar de las críticas constructivas del vecindario y de los tenderos, el entonces alcalde Alberto Ruiz-Gallardón hizo público el fallo del jurado del concurso de ideas para remodelar o, mejor dicho, reinventar por completo el mercado. Entre los 76 proyectos presentados, se eligió (y elogió), por unanimidad, la ¿atrevida? propuesta de Nieto Sobejano Arquitectos, el estudio madrileño de arquitectura y diseño, de Fuensanta Nieto y Enrique Sobejano, que no solo construiría el nuevo Mercado de Barceló sino también su sede provisional, que se instalaría, durante el periodo de ejecución de las obras y a sus anchas, en los Jardines del Arquitecto Ribera.

   Planteado como una instalación reciclable (más que efímera), el conjunto -que aún sigue en pie después del traslado de la actividad comercial al recién inaugurado mercado- se compone de 6 polígonos pentágonos temáticos que se diferencian por sus puertas de colorines: Naranja para las  Carnicerías y charcuterías; Verde para las  Fruterías, pescaderías y congelados; Azul para las Fruterías, pescaderías y pollerías; Amarillo para las Panaderías, bodegas, lechería, quesería, herbolario, ultramarinos, arreglos de ropa, reparación de ordenadores, relojería y tienda de ropa y complementos; Magenta para las dos Cafeterías; y Rosa para la Papelería, mercería, floristería, afilador y arreglos de  ropa. Pero, como bien se sabe, el papel lo aguanta todo y lo que, en un plano, parecía ser lo mejor para los clientes y los comerciantes, resultó ser un fracaso: al juntar a la competencia bajo el mismo techo y lecho, las susceptibilidades de unos y de otros se pusieron a flor de piel. Por no hablar de los problemas de evacuación del agua; de la exigüidad de los puestos; de la pérdida de casi un 50% de la clientela por no tener varias puertas de acceso y obligar a dar una vuelta desalentadora; y, sobre todo, de los 27 meses de retrasos por malas gestiones, decisiones equivocadas, cambios de último  minuto y recortes de presupuestos...

   Finalmente, a finales del pasado mes de septiembre, todo el mundo vio la luz al final del túnel. Después de 64 millones de euros menos en las arcas del Ayuntamiento de Madrid, el novísimo y modernísimo Mercado municipal de Barceló, sin luz natural a pesar de una delicadísima y engañosa fachada de cristal, abrió sus puertas al público el Martes 30 de septiembre de 2014.

PD: En cuanto a los Jardines del Arquitecto Ribera, gracias al gran trabajo de la plataforma ciudadana Vecinos Haciendo Jardines (también en Facebook), todo apunta a que la Junta Municipal ha entrado en razón y que el espacio, ocupado desde hace más de 4 años por el Mercado provisional volverá a su función inicial y natural: un espacio verde de 5.000 metros cuadrados. Si aún no hay fecha concreta para su inauguración, sí se sabe que existen 3 propuestas de reposición muy interesantes. To be continued...

Referencias útiles:
MERCADO BARCELÓ
Calle de Barceló, 6
28004 Madrid
914 475 550
M Tribunal

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PD: Este post pertenece al Fanzine titulado “El Mercado Barceló: Memoria y Mudanza (1956-2014)”, que Mi Petit Madrid ha elaborado a partir de los testimonios de varios tenderos del Mercado. Para saber más sobre nuestra Petit Publicación, manda un mail a Mi Petit Madrid.

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