SEX iN THE CiTY - Mi Petit Madrid * - ¡FELiZ DíA DEL PENE!(かなまら祭り)

¡FELiZ DíA DEL PENE!
(かなまら祭り)

Hoy, Domingo 06 de abril de 2014, como cada año, desde el periodo Edo (1603-1868), se celebrará el Kanamara Matsuri (かなまら祭り), es decir literalmente, el “Festival del falo de acero”, en Kawasaki. Las calles de la ciudad japonesa (situada cerca de Tokio) volverán a llenarse no solo de jóvenes y travestis desinhibidos sino también de familias, turistas y periodistas curiosos. Una oportunidad más para rendir homenaje al miembro... más viril de la familia

A caballo entre verbena y procesión de Semana Santa, el Kanamara Matsuri es un festival sintoísta que entremezcla ritos religiosos y rituales paganos con el mismo fin: orar por la fertilidad, el bienestar de la pareja o, simplemente, la prosperidad del matrimonio. Al origen de esta tradición fálica ancestral, cuenta una leyenda (nipona) que un espíritu maligno se encaprichó de una hermosa joven que estaba a punto de casarse con un apuesto señorito y que, para impedirlo, se instaló en su vagina para poder morder, con sus afilados dientes, a cualquier verga que osara poseerla. Harta de no poder disponer de su entrepierna a su antojo, la joven mandó forjar un falo de metal a un herrero y, cuando se sentó encima, el espíritu maligno se rompió toda la dentadura al atacar al “quitapena” de acero y abandonó su nicho calentito devolviéndole así su libertad (sexual) a la ingeniosa mujer.

Si la historia no cuenta si la soltera acabó casándose y teniendo hijos, sí se sabe que el pene de metal se convirtió en un objeto de culto para los vecinos o, mejor dicho, las vecinas de Kawasaki así como para las prostitutas japonesas que venían al santuario de Kanayama (金山神社) para pedirle protección contra las enfermedades venéreas. Con el tiempo, el “rabo” más famoso de Japón empezó a tener cada vez más adeptos y, no se sabe exactamente cuándo, se señaló un día en el calendario (el primer domingo de abril), para rendirle homenaje como los Kami mandan (los espíritus de la naturaleza, en la religión sintoísta).

Desde entonces, el Festival verbenero sigue las mismas pautas cada año. Después de sacarle brillo a los 3 aparatos erectos que fue adquiriendo el santuario a lo largo de los siglos (1 de madera -curiosamente el más antiguo-, otro de metal y el último, de color rosa, donado hace algunos años por Elisabeth, una dinámica asociación de travestis de la región), los monjes los instalan en sus respectivos “mikoshi” (capillas portátiles) mientras miles de personas se concentran en los jardines del lugar santo y shinto. El desfile puede comenzar.

Los primeros “mikoshi”, transportados mediante vigas de madera, reposan en los hombros de hombres y mujeres; y el de Elisabeth únicamente sobre los de travestis (hombres y mujeres). Un vez termino el tour, los 3 falos volverán a penetrar en el santuario donde les esperan un talismán púbico, es decir, una gran vagina de bronce que el público atento y supersticioso acaricia (de hecho, la entrada de las genitales femeninas está más pulida que el resto de la estatua) para atraer la suerte en sus relaciones sexuales. Mientras tanto, en el exterior, la comunidad LGTB japonesa recauda fondos para la lucha contra el SiDA.

Finalmente, piruletas en forma de pilila, velas multicolores -con mecha incluida- apoyadas en las joyas de la familia, y, como no, originales consoladores y vibradores (¡ojo! que existe un gran diferencia entre los 2 aparatos), te esperan a la salida del santuario, en los múltiples tenderetes improvisados para la ocasión, si no tienes nada mejor que comer o encender en casa...

¡Feliz Día del Pene a tod@s!

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2018

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