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NAVE 73

Desde que Alberto Salas decidió hacer realidad un pensamiento espontáneo de esos que te pilla eufórico y te susurra en el cerebro “y si monto algo por mí mismo”, hasta hoy, han pasado más de 3 años. Nave 73 es EL espacio cultural del barrio de Arganzuela donde igual programan pases de teatro independiente o de pequeño cine estudio, como organizan una exposición, sacan adelante dos años de formación de artes escénicas o te preparan un café con galletas en un espacio lleno de encanto al más puro estilo del Brooklyn neoyorkino.

Todo comenzó cuando Alberto, tras la realización de un postgrado en comunicación digital, vio truncados sus planes de recibir una beca después de que el ministerio decidiera suspender cualquier tipo de ayuda. En lugar de irse al extranjero a probar suerte, Alberto se quedó en Madrid, y casi sin darse cuenta, el gusanillo de montar algo por su cuenta se impuso por sí solo.

Consciente de que su verdadera vocación era el mundo de la cultura, habló con su amigo Álvaro Moreno quien, al ser actor, le animó a orientar el proyecto hacia las artes escénicas. Enseguida se unió la periodista sevillana y amiga de Alberto, Rocío Navarro, quien pese a vivir feliz y tranquilamente en el País Vasco, no se lo pensó mucho y al día siguiente les confirmó que también se subiría al barco -o a la nave, en este caso-. Y por último, la cuarta socia, Ana Pedrosa, llegó cuando el proyecto ya había comenzado a rodar (o navegar) para encargarse de los temas más administrativos. “Aunque la idea fue mía”, admite Alberto, “el proyecto no sería lo que es sin las aportaciones de todos los socios”.

En efecto, Alberto nunca olvidará que la puesta en marcha de Nave 73 no fue un camino de rosas, sino más bien todo lo contrario. Durante más de un año, la tripulación trabajó duro y luchó a diario contra viento y marea para cumplir las normativas municipales para poder salir a flote. Y por fin, después de descartar el barrio de Lavapiés, donde en un par de ocasiones se toparon con el problema -más o menos frecuente en la zona- de falta de licencia para los patios de luces, decidieron probar suerte con un local en el barrio de Arganzuela. Nada más abrir la puerta del amplio espacio que había pertenecido a una imprenta industrial, los 4 grumetes supieron que habían acertado. Se pusieron manos a la obra, y después de invertir todos sus ahorros y esfuerzo, abrieron las puertas de su Nave 73 en abril de 2013.

Lo de reconvertir una antigua nave industrial en un espacio cultural era una idea que tanto a Alberto como a Álvaro siempre les había fascinado, especialmente después de un viaje a la Gran Manzana en el que pudieron perderse por la fascinante vida cultural del barrio de Brooklyn donde este tipo de espacios es más o menos abundante. Entonces, cuando decidieron llevar a cabo su proyecto, acordaron llamarlo Nave, sin saber que realmente encontrarían una nave en el centro de Madrid donde poder desarrollar todos los planes que tenían en mente. En cuanto al 73, llegó después. Además de resultarles inexplicablemente magnético y sonoro, es un guiño (¿o revancha?) al número de la calle Mesón de Paredes donde se encuentra el primer local que vieron en Lavapiés, y al que después de haber iniciado todos los trámites para transformarlo en sala de teatro, tuvieron que renunciar.

Hoy, Nave 73 es un espacio en continuo movimiento, que en poco tiempo ha sabido posicionarse como uno de los lugares claves para ver teatro independiente en Madrid. Después de estos tres años, reconocen estar agotados, pero siguen adelante con muchas ganas, y sobre todo, con una buena perspectiva de futuro, pese al maltrato fiscal al que están sometidos los proyectos culturales. Rocío, Alberto, Ana y Álvaro (retratados aquí de izquierda a derecha) aún se indignan cuando comprueban que pagan más iVA por el teatro que por la cafetería: “No puede ser que esté mejor visto tomarse un cubata que ir al teatro”.

PD: Además de su sala de teatro, donde semanalmente se programan alrededor de 9 obras, su galería de arte (de 60 m2), donde exponen a artistas nacionales o internacionales, y su pequeño cine estudio, fruto de su colaboración con el Café Kino itinerante, Nave 73 cuenta una escuela de artes escénicas, enfocada a profesionales que quieran empezar de cero en el mundo del teatro o perfeccionarse. Durante el primer año del proyecto formativo modular, los alumnos de Nave 73 tienen tres módulos, el primero de formación actoral de Grumelot Formación, el segundo de teatro físico de Nouveau Colombier y el tercer módulo de formación musical creativa. En el segundo curso, los módulos se enfocan al proceso de creación y tratan temas como montaje, movimiento para la creación teatral, esgrima e interpretación frente a la cámara. Este año terminará la segunda promoción con la que están tan contentos y satisfechos como con la primera.

(De María Glück, el 20 de julio de 2016)

Referencias útiles:
NAVE 73 (ver la ilustración)
Calle de Palos de la Frontera, 5
28012 Madrid
917 049 583
M Palos de la Frontera / Embajadores

Horario:
- De Martes a Jueves: de 10h30 a 23h;
- Los Viernes y Sábados: de 10h30 hasta la 1h de la madrugada;
- Los Domingos: de 10h30 a 23h.

Programación: Este mes, ¡no te pierdas el IV Festival Experimental de teatro Clásico Classic OFF (hasta el 31 de julio)!

Para seguir los pasos (re)creativos de NAVE 73, conéctate a su web, su Facebook y su Twitter.

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