Competición deportiva para atletas militares en la Antigüedad, amateurs en la Era Moderna y profesionales (dopados o no) hoy en día, los Juegos Olímpicos siguen encendiendo pasiones, alimentando contradicciones y contratando patrocinadores. Petit Cronología sentimental de una llama que casi nunca se apaga.

776 a.C.: Nacimiento. Los primeros Juegos Olímpicos -como su nombre lo indica- se celebraron en la ciudad griega de Olimpia, en honor a Zeus -el padre de los dioses y de los hombres-, hace 2789 años. A partir de aquel año, el Festival atlético se organizaría en verano, cada cuatro años, sí o sí... ya que en caso de guerra entre ciudades y/o regiones participantes, se firmaba la sagrada “tregua olímpica”. PD nº1: Por supuesto, solo competían hombres. PD nº2: Los atletas realizaban las pruebas de gimnasia desnudos... PD nº3: Como merecida recompensa, los vencedores olímpicos recibían una corona olímpica, hecha de ramas de olivo “cortadas previamente con un cuchillo de oro”, así como alimento gratis durante el resto de su (corta) vida (en aquella época). PD nº4: En cuanto al origen de los Juegos Olímpicos, sigue siendo un misterio mitológico sin resolver.

393 d.C.: Prohibición. Como suele pasar en la Historia, después de un largo período de esplendor, la decadencia llamó a la puerta, primero, de las “polis” griegas y de sus estadios olímpicos y, luego, del imperio romano y de sus circos lúdicos. El emperador romano, Teodosio I, recién convertido al cristianismo, no solo prohibió la “adoración pública” de los dioses, en 380, sino también la celebración de todos los juegos paganos, en 393, para poner un poquito de orden moral en las mentes y las costumbres de sus súbditos. Su sucesor, Teodosio II, le seguiría la corriente al mandar destruir, en 426, todas las instalaciones olímpicas. Poco a poco, los Juegos Olímpicos como eje cronológico del calendario de la Antigua Grecia fueron sustituidos por un antes y un después de Cristo.

1894: Renacimiento. Después de varios intentos fallidos en Inglaterra, entre 1612 y 1642, y en la Francia (pos)revolucionaria, entre 1796 y 1798, el espíritu olímpico renació, al mismo tiempo pero a kilómetros de distancia, en la mismísima Grecia, gracias al mecenas Evangelos Zappas que patrocinó los primeros Juegos Olímpicos nacionales, en 1859; y, en Inglaterra, gracias a la creación de la Sociedad Olímpica de Wenlock por William Penny Brookes, en 1860. Inspirándose de todas esas exitosas experiencias locales y de la doctrina del “cristianismo muscular”, el barón, historiador y pedagogo francés, Pierre de Coubertin organizó el primer Congreso Olímpico internacional de la Historia en la Universidad parisina de La Sorbona, en junio de 1894, al que participaron 12 países que acordaron la fundación del ahora famoso Comité Olímpico internacional (COi) y la organización de los primeros Juegos Olímpicos, en Atenas, en 1896.

1900: Feminización. Coincidiendo con la Exposición Universal de París, la segunda edición de los JJ.OO tuvo lugar, como no, en la capital francesa para rendir homenaje al reconocido fundador de los Juegos Olímpicos modernos. por vez primera, la mujer entró en un estadio olímpico no como espectadora sino como atleta. Entre los 1225 “amateurs” de los 26 países participantes, 19 mujeres compitieron, como pudieron, con su poco práctico pero bonito vestidito blanco de manga larga.

1920: Bandera Olímpica. Durante el Congreso Olímpico de 1914, Pierre de Coubertin presentó el logotipo de los (mundialmente conocidos) 5 anillos entrelazados de diferentes colores que retoman, por lo menos, uno de los colores incluidos en las banderas de los países participantes) y que, según el barón, “representan las cinco partes del mundo que se han unido al olimpismo y que han aceptado competir sanamente”. La bandera olímpica se izó, por primera vez, en la ceremonia de apertura de los JJ.OO. de Amberes, en 1920.

1928: Llama olímpica. Como guiño mitológico a Prometeo que robó el fuego a Zeus para entregárselo a los hombres, la llama olímpica fue reintroducida en los estadios modernos por el arquitecto holandés, Jan Wils, cuya mente luminosa diseñó una torre con una antorcha en su cima, para los JJ.OO de Ámsterdam, en 1928. Desde entonces, la llama viajera cambia de continente tanto geográfico como material cada 4 años. 

1936: Propaganda. Durante la ceremonia de apertura de los JJ.OO de Berlín, el 01 de agosto de 1936 -la primera retransmitida por televisión-, los equipos de Austria, Italia, Bulgaria y Francia substituyeron el saludo olímpico por el saludo nazi al pasar delante de la tribuna de Hitler y Goebbels. Lo que nadie hubiera podido imaginarse es que la supuesta raza aria y su progenitor asistirían a la victoria aplastante del zapatero de profesión y atleta por afición, estadounidense de origen afroamericano, Jesse Owens, que se llevaría 4 medallas de oro. PD: Lo que no cuentan los libros de Historia es que cuando el cuádruple campeón olímpico llegó a su país natal, no pudo sentarse en la parte delantera del autobús con el resto del equipo de deportistas blancos ni tampoco estrechar la mano del Presidente Franklin Roosevelt, en plena compaña de re-elección, que no quería despertar las “susceptibilidades” segregacionistas sureñas.

1948: Paraolímpicos. En 1945, el COi anunció, a la gran sorpresa del público, que Londres sería la próxima ciudad organizadora de los Juegos Olímpicos de 1948. Después de un paréntesis de 12 años, debido a la Segunda Guerra Mundial, la XIV Olimpiada batió el récord de naciones participantes y, por vez primera, la estrella fue una mujer: Fanny Blankers-Koen, una ama de casa holandesa de 32 años, que ganó 4 medallas de oro (y eso que solo la dejaron competir en 4 disciplinas, según el reglamento de la época). Paralelamente a los JJ.OO, Sir Ludwig Guttmann, “resuelto a promover la rehabilitación de los soldados” tras el mortífero conflicto, organizó los llamados “Juegos de Stoke Madeville”, un evento deportivo entre varios hospitales militares y civiles, que se convirtió en una cita anual. Su “Olimpiada paralela” se convirtió oficialmente en los Juegos Paraolímpicos en 1960.

1976: 10.0: Durante los JJ.OO de Montreal, la muy joven gimnasta rumana Nadia Comaneci fue la primera (y sigue siendo la única) atleta en entrar en el olimpo con la calificación perfecta. De hecho, las pizarras de la época ni contemplaban esa posibilidad al no permitir registrar dos dígitos para números enteros y los jueces tuvieron que reflejar su apreciación con un 1.00 de calificación. PD: Nadia “se jubiló”, en 1984, con tan solo 22 años.

1980: Profesionalización. Entre las numerosas medidas que introdujo el COi, presidido por Juan Antonio Samaranch, en 1980, la inclusión de los deportistas profesionales a los Juegos marcó (también) un antes y un después en el espíritu olímpico. No hace falta PD.

1988: Dopaje. Durante los JJ.OO. de Seúl, Ben Johnson batió el récord mundial de los 100 metros, dejando atrás y sin aliento a su rival Carl Lewis. Pero la victoria le supo a poco (para no hablar de sus patrocinadores). El 26 de septiembre de 1988, el COi anunció la descalificación de Johnson y de 6 atletas más.

2020: ¿? El Sábado 07 de septiembre de 2013, entre las 22h y 22h30 (hora española), se conocerá el nombre de la ciudad organizadora de los Juegos de la XXXII Olimpiada. Según los pronósticos de Friki Apuestas, Madrid será la elegida. Entonces, ¿a la tercera irá la vencida o no habrá dos sin tres?

                            [Desde Mi Petit Madrid, el Jueves 05 de septiembre de 2013]

Referencias útiles:
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