La asociación Despechadas es muy joven, el cáncer no. La paradoja es que la enfermedad afecta cada día a más mujeres, que no han cumplido los 40. No hace tanto que, solas frente al espejo, muchas contemplaban las cicatrices de su mutilación, pensando resignadas, “confórmate con estar viva”.

   En España, se diagnostican 22.000 cánceres de mama al año. Más del 80% de las mujeres diagnosticadas a tiempo, superan la enfermedad. Pierden un pecho, total o parcialmente. A veces, los dos. Son muy jóvenes, y reclaman para su corazón, en sentido real y figurado, mucho más que un latido. Quieren verlo custodiado por un perfil decente, y un escote sugerente. ¿Acaso no están en su derecho? 

   No son pocos los peldaños de esa escalera empinada en cuya cima está la vida. Tras la cirugía, la rehabilitación, luego la quimioterapia, que las atrapa en su claustrofóbica burbuja plagada de latosas molestias, hay pérdidas que no han de subestimarse, como el ánimo, la fuerza o la melena. Algunas precisarán radioterapia. Si salieron mutiladas del quirófano, y deciden implantarse un pecho nuevo, toca reconstruir. La historia comienza a parecer interminable. Aun falta algo, y son muchas las mujeres que, con tal de no volver a ver un bisturí, se conforman con una, o dos, mamas ciegas, inconclusas. Prefieren ignorar que, un día, tuvieron pezones. Renuncian por hastío a “la guinda del pastel”.

   Dulce nombre el escogido por Despechadas para su primera gran campaña. Cova Saras, Pablo Farrés, su marido, y Luis Alonso, compañero de fatigas personales y laborales de la feliz pareja (de izquierda a derecha, en la ilustración), supieron del trabajo de Vinnie Myers, el tatuador de pezones, que llamó tanto la atención de la asturiana, Cova (que hoy tiene 33 años, y sufrió cáncer a los 30): “Cuándo salimos de ese año tan difícil, le pedí a Pablo, mi chico, que me llevara a ver auroras boreales. Y lo conseguimos”. El segundo deseo era viajar hasta el estudio de Vinnie, a las afueras de Baltimore, para conseguir un precioso pezón tatuado en 3D.

   La compenetración del trío, Cova, Pablo y Luis, se reforzó cuando se les ocurrió que lo mejor sería invitar a Myers a trabajar aquí en España, para ir divulgando su trabajo y que otras mujeres pudieran beneficiarse de la técnica. Las imágenes difundidas del tatuador y sus “pacientes/clientes” rebosan optimismo. Los resultados son tan buenos que el equipo médico de la Fundación Jiménez Díaz -donde fue tratada Cova- apoyó el proyecto cediendo personal, equipos y quirófanos, para el mejor resultado. Y la campaña de crowfunding llevada a cabo por Despechadas, a través de My Major Company, hizo el resto.

   A finales de enero, 5 mujeres se sentarán frente al artista, desnudas de cintura para arriba, dejando que sus agujas, les sanen y decoren a la vez.  Myers, considerado el mejor del mundo, ya ha tatuado más de 4.000 pezones, de mujeres amputadas, que le visitan desde casi todas las partes del planeta. Las españolas, son mujeres de diferentes perfiles, pero sus pezones serán sencillos y realistas. Se libran de otra intervención quirúrgica, y se sentirán completas de una vez. “Ojalá pudieran ser más, pero Vinnie Myers no tiene mucho tiempo”, explica Cova, reconociendo la fortuna de ser una de ellas. En España, solo el Hospital Ramón y Cajal tatúa areolas y pezones.

   Cova, que como Pablo y Luis, se dedica a la producción publicitaria, quiere compartir un montón de alegrías. La mañana del pasado domingo, mientras su sobrina Candela venía al mundo, Pablo le confirmó que la colecta ya había superado los 10.000 euros (PD nº1). Hoy, mira su historia en la prensa, tratando de disimular el llanto con una enorme sonrisa. El borbotón de emociones le lleva a recordar los 1.500 metros, que le prestó el mar de Gijón, para nadar junto a un amigo, y estirar del todo su maltrecha axila derecha. El apoyo de sus padres. El de su única hermana cuando le dijo: “Cova, te doy mi pelo”, dispuesta a recortarse la melena, para confeccionar una peluca de cabello natural. 

   No quiere obsesionarse con el cáncer, pero tampoco se escaquea de las cuentas pendientes, que piensa saldar con optimismo y sin número rojos. A finales de febrero, estrenará pezones. ¿Y después? “Despechadas seguirá funcionando”, añade Cova, experta nadadora, “estamos planeando algo relacionado con el pelo y el ejercicio físico”.

   De momento, nadie les va a aguar la fiesta. Nunca está de más disolver las amarguras, aportando “La guinda del pastel”.

PD (nº1): Los 10.000 euros recolectados servirán para:
- financiar el viaje de Vinnie Myers desde Baltimore y su estancia en Madrid;
- costear los 4 tatuajes que realizará a 4 mujeres;
- y producir y realizar un corto documental para difundir esta técnica en España.

PD (nº2): Vinnie Myers estará en Madrid del 22 al 25 de febrero de 2015. Su intervención puede durar de 1 a 2 horas, y el precio son 600 dólares, un pecho, y 900 los dos.

                               (De Sol Alonso, el 04 de febrero de 2015)

Referencias útiles:
Para seguir los pasos comprometidos de DESPECHADAS, conéctate a su web, su Facebook y su Twitter. Y para participar en su campaña LA GUiNDA DEL PASTEL, pincha aquí.

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