Mucho ha llovido desde que unos pioneros creadores españoles desfilaron en una carpa de circo instalada en Colón, en febrero de 1985. En sus 29 años de historia, la Pasarela Cibeles se ha movido tanto como sus modelos, ha sobrevivido a su rival Gaudí, ha sembrado una polémica mundiale con el peso de las “top model” y ha cambiado su castizo nombre por el de su patrocinador alemán. Para su 60ª edición, que empieza, hoy, Jueves 11 de septiembre de 2014 hasta el próximo martes 16, la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid (MBFWM) se vestirá más que nunca de gala.

   Todo empezó en octubre de 1983 cuando Leonor Pérez Pita, más conocida como Cuca Solana, asumía la subdirección general de prensa y relaciones públicas en las desaparecidas Galerías Preciados. En ese momento, surgió la idea de organizar un desfile de moda en el Museo de Arte Contemporáneo con los 4 diseñadores españoles, Francis Montesinos, Paco Casado, Nacho Ruiz y Manuel Piña, con los que trabajaban los grandes almacenes en lo que se conocía como Espacio Creadores. Paralelamente, la Comunidad de Madrid, entonces presidida por Joaquín Leguina, y el Ministerio de Industria habían decidido crear un Comité de Moda, un organismo que integraría siete personas (una de ellas sería la propia Cuca Solana), que se encargarían de organizar una pasarela de creadores españoles, con 2 ediciones cada año (en febrero y en septiembre), como plataforma de promoción de la moda española. Juntaron fuerzas y agendas y nació la Pasarela Cibeles.

   La primera edición se hizo coincidir con el Salón Internacional de la Moda de Madrid (SiMM, actual MOMAD), que ya reunía a lo más granado de la industria. Entre el 28 de febrero y el 2 de marzo de 1985, las creaciones de 6 diseñadores madrileños (entre ellos Jesús del Pozo y Antonio Alvarado) desfilaron en la carpa alquilada al circo de Teresa Rabal en la plaza de Colón. Durante los 4 días que duró la primeriza Pasarela, no paró de llover y tanto el público como los profesionales del sector no tardaron en darse cuenta de que el escenario no estaba acondicionado ni para hacer frente a las malas condiciones climáticas ni para recibir correctamente a un evento de esa categoría. Por ejemplo, como no había vestuarios, las modelos tuvieron que entrar por detrás, levantando la lona. En cuanto a Alvarado, que no quería que su ropa se viera antes de tiempo, la hizo pasar también por debajo de la lona, lo que provocó que sus creaciones acabaran manchadas de barro. En un alarde de improvisación, decidió disimularlas con tinta roja para que pareciera sangre e hizo desfilar a sus modelos a ritmo de “Thriller”, de Michael Jackson. Pero, a pesar de sus ingeniosos esfuerzos, le costó al diseñador su participación en la siguiente edición al considerar los organizadores que había “atentado” contra el honor de la mujer.

   Anécdotas aparte, el evento fue un éxito y el Comité de Moda se puso manos a la obra para seleccionar las colecciones de las 2 siguientes ediciones, que crecieron en número de diseñadores ya no solo madrileños. En septiembre de 1985 y febrero de 1986, la pasarela se celebró en el Museo del Ferrocarril, el primero de sus muchos cambios de ubicación, bajo la dirección de Cuca Solana, oficialmente designada directora de Pasarela Cibeles aquel año, cargo que continúa ostentando a día de hoy. 

   En septiembre de 1986, Cibeles se trasladó hasta la Casa de Campo, en un intento de acercamiento a la SiMM, pero no cuajó y, en septiembre de 1989, sus caminos se separaron de nuevo cuando la Pasarela decidió coger e irse al Palacio de Congresos y Exposiciones de Madrid. Sin embargo, la ruptura no sería definitiva. Cibeles y SiMM se volvieron a juntar (¿para lo bueno y para lo malo?) en septiembre de 1995, en Ifema, ¿sin saber nadie? que, al año siguiente, la Institución Ferial de Madrid pasaría a organizar la Pasarela después de su integración a la SiMM.

   Pero cuando todo parecía ir sobre ruedas, las polémicas empezaron a alimentar las primeras planas de los periódicos como, por ejemplo, cuando en enero de 1999 Jesús del Pozo, Modesto Lomba, Roberto Verino, Antonio Pernas y Ángel Schlesser protagonizaron una rebelión para mostrar su desacuerdo con el modo en el que se desarrollaba el certamen. Agrupados en la Asociación de Creadores de Moda (ACME), los 5 diseñadores “disidentes” decidieron desfilar por su cuenta y no volvieron a Ifema hasta febrero de 2001, después de alcanzar un acuerdo que consideraron adecuado.

   Luego, en febrero de 2002, también levantó ampollas Davidelfín, una joven promesa que realizó un desfile basado, para los (pocos) entendidos, en los artistas surrealistas Magritte y Luis Buñuel, y, para muchos, en el sadismo, presentando a las modelos con la cabeza cubierta por completo por una capucha y con sogas anudadas alrededor del cuello, mientras se oía recitado un padrenuestro y, a continuación, un orgasmo femenino (¿simulado?). A medida que las chicas iban desfilando con dificultad para seguir el ritmo impuesto, la prensa decidió marcharse y el presidente de Ifema siguió sus pasos. Delfín salió ¡en todas las portadas! para pedir perdón.

   El mismo año, la política española también se interesó por la pasarela madrileña. El gobierno de Aznar intentó unificar Cibeles con su rival geográfica (e histórica), la Pasarela Gaudí, fundada en Barcelona en 1984, pero como era de esperar su idea no tuvo éxito.

   Después, en febrero de 2006, cuando la organización madrileña decidió impedir desfilar a las modelos que no alcanzaran un índice de masa corporal de 18 (lo que aproximadamente serían 55 kilos para una altura de 1,75), dejó fuera a 5 modelos y motivó que algunas decidieran no participar. La medida fue muy controvertida en su momento y tuvo repercusiones a escala mundial aunque, con el tiempo, fue adoptada por otras pasarelas internacionales, tales como Milán (pero flacas se siguen viendo).

   Para renovar su imagen y por petición de algunos diseñadores -que querían estar más céntricos-, de 2006 a febrero de 2008, se hizo el experimento de trasladar los desfiles de Cibeles al Paseo de Coches del Retiro. Pero muchos amantes del céntrico parque se mosquearon lo suyo al ver “okupado” un espacio público tan emblemático para el disfrute de unos pocos.

   Finalmente, en 2008, el primer y polémico cambio de nombre de Pasarela Cibeles a Cibeles Madrid Fashion Week -una denominación en busca de la siempre ansiada proyección internacional- sirvió de transición para que, en 2012, el ‘Cibeles’ desapareciera por completo del mapa dejando la denominación de origen a Mercedes-Benz, como otras pasarelas mundiales (Berlín, Miami o Nueva York), también y tan bien patrocinadas por la marca de coches de lujo. La prensa pronto la rebautizó con sorna como ‘la Merche’ y, hoy por hoy, l@s que no han conseguido ‘aparcar’ el Cibeles de su vocabulario, siguen sin saber cuál es el orden de las palabras integradas por las siglas MBFWM...

   En sus 29 años de vida, Mercedes-Benz Fashion Week Madrid ha presentado las creaciones de más de 150 diseñadores españoles y ha vivido una pugna por situarse entre las principales pasarelas del mundo. Sin embargo, el hecho de que su calendario se solape por delante y por detrás con las jornadas de los desfiles de Nueva York y Londres no ha facilitado las cosas, por lo que la asistencia de grandes modelos internacionales o figuras destacadas de la prensa de moda continúan en el “debe” de la pasarela madrileña.

                                   (De Abigail Campos, el 10 de septiembre de 2014)

Referencias útiles:
60ª MERCEDES-BENZ FASHiON WEEK MADRiD

¿CUÁNDO? Del Jueves 11 al Martes 16 de septiembre de 2014.

¿QUiÉN? Para no perderte nada, consulta el Programa de desfiles aquí. PD: A los desfiles solo se puede acceder con acreditación de prensa o por invitación directa del diseñador. Si ni uno ni otro es tu caso pero te mueres por ver las propuestas de moda española, hay retransmisiones a través de MBFWM TV.

¿DÓNDE? En el Pabellón 14 de Ifema
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Para seguir los pasos de la MBFWM, conéctate a su web, su Facebook y su Twitter.

PD: Si no conces la Historia de los Desfiles de moda, Mi petit Madrid te la cuenta aquí.

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