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UCRANiA NO ES SOLO UN PAíS

Llevan 410 días vividos, 29 eventos, 1758 likes, 3568 comidas, y parece que pretenden seguir sumando, en todo. Este imparable marcador convierte en números algunos de los latidos que dan vida a Ucrania. Y no nos referimos a ese país de Europa del Este, que arrastra una historia de desencuentros e invasiones. En la Ucrania de la hablamos no hay centrales nucleares, que explotan (Chernobyl, 1986), sino mucha energía positiva y creativa. No hay tanques por las calles sino bicicletas subidas por las paredes. Las decisiones importantes se toman en consenso y, de momento, nunca se ha llegado a las manos. Desde verano de 2013, Ucrania es un coworking, organizado y gestionado por una cooperativa de amigos y compañeros de trabajo. En el espacio de trabajo de casi 400 m² de la calle Martín de los Heros conviven arquitectos, periodistas, diseñadores gráficos, marketinianos, sociólogos, interioristas y fotógrafos, entre otros, que comparten también ganas de salir adelante y una forma de relacionarse en la que crear redes es la base.

El núcleo duro de Ucrania lo forman 13 profesionales (Camelia Ciruelos de Cela, Claudio Jiménez, Germán Díaz (Viuda de Ramírez), Gontzal Largo, José María de Pablo, Laura Sanz-Cruzado, Mae Durant (Pez Estudio), María Carmona, Natalia Matesanz y el colectivo Zuloark) que ya se conocían de hace tiempo. En concreto, de los tiempos de la Universidad, coincidiendo en diferentes colectivos de trabajo. Cuando llegó el momento de pasar hacerle frente a la vida laboral, algunos de ellos decidieron alquilar un lugar en Antón Martín en el que establecer su oficina y compartir gastos. Allí estuvieron unos años hasta que el estudio se les quedó pequeño, y comenzaron a sentir “la necesidad de incrementar su comunidad de trabajo a otras profesiones” porque como dice María Carmona (una de las veteranas), al ir trabajando cada uno en sus proyectos con gentes de otras disciplinas, se dieron cuenta de que “cuanta más variedad hay entre los profesionales, el trabajo se vuelve más gratificante”.

Entonces, comenzaron la búsqueda del lugar perfecto: “teníamos claro que queríamos un sitio que tuviera taller, salas de reuniones y un espacio polivalente, donde se pudiera hacer otras cosas”. Lo encontraron en el barrio de Argüelles, y como estaba bastante destrozado, “hecho un asco, pintado de morado y horrible”, llegaron a un acuerdo con los dueños: “nosotros lo reformábamos y a cambio, nos daban un tiempo de carencia en el alquiler”. Así que, preparados, listos, ¡manos a la obra!

La reforma se realizó entre todos los cooperativistas sin importar si antes habían usado un soplete o no (“el que no sabía lijar, se ponía a pintar o aprendía a hacerlo”), y con la inestimable ayuda de unos obreros ucranianos. Y, poco a poco, las paredes, las mesas y las escaleras fueron adquiriendo personalidad. Una vez terminada la fase de construcción, llegó el momento del bautizo. Como buenos amigos y demócratas, los 13 miembros fundadores establecieron un sinfín de reuniones con rondas de descarte en las que sobrevolaban los más variados nombres. De entre todos, el que siempre pasó de ronda a ronda fue el de Ucrania y “como nos gustaba que el nombre fuese un lugar físico y nos hacía gracia la idea de recordar a los albañiles, que habían hecho la obra”, el nombre se quedó.

En Ucrania, todo el mundo tiene llave, hay aparcamiento para bicis (gentileza del empeño del periodista “ucraniano” Gontzal), plantas que dan buen rollo, una mesa gigante en la que se sientan a comer como una gran familia, un gestor (que es el único que cobra un incentivo por sus labores), y varios grupos, que se encargan de repartirse las tareas de mantenimiento y comunicación del coworking, y que pagan un poco menos por su sitio a cambio de su trabajo.

En Ucrania, hay buen ambiente y ganas de trabajar en red, pero lo mejor de todo es que para entrar en este país no hace falta salir de la Villa.

PD (nº1): Hoy, Domingo 08 de febrero de 2015, de 12h a 20h, Ucrania abre sus puertas a todo el mundo en forma de Mercadillo de segunda mano. Además de venta de productos muy variados, se proyectará el corto “Blue & Malone”, se presentará el fanzine de Arquitectura Ibérica FAi, y se servirá un vermut.

(De Noemí Z., el 08 de febrero de 2015)

Referencias útiles:
UCRANiA
Calle de Martín de los Heros, 52
28008 Madrid
M Argüelles / Ventura Rodríguez

Para seguir los pasos (re)creativos de UCRANiA, conéctate a su web, su Facebook y su Twitter.

PD (nº2): En Ucrania hay:
- 32 puestos fijos de trabajo (150 euros al mes)además de mesas por horas, días o meses. Mesas individuales o islas de cuatro para empresas pequeñas.
- 30 m² de taller para hacer lo que quieras con madera, metal o cartón piedra. Todo el mobiliario de Espacio Ucrania se fabricó ahí.
- 2 salas de reuniones, de 15 y 20 m² que pueden formar una sola. Salvo para una hoguera sirven para hacer de todo.
- Además: impresoras de lujo, catering, una sala de 45 m², proyecciones y 1 equipo humano excepcional a los que, encima, les gustan los animales.

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En Ucrania, hay buen ambiente y ganas de trabajar en red, pero lo mejor de todo es que para entrar en este país no hace falta salir de la Villa.

(De Noemí Z., el 08 de febrero de 2015)

Referencias útiles:
UCRANiA
Calle de Martín de los Heros, 52
28008 Madrid
M Argüelles / Ventura Rodríguez

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