Mi PETiT CALLEJERO - Mi Petit Madrid * - Mi PETiT VERANO (nº20):HiSTORiA DEL (CUBiTO) DE HiELO

Mi PETiT VERANO (nº20):
HiSTORiA DEL (CUBiTO) DE HiELO

La nieve ha existido siempre, y el hombre le ha dado diferentes usos a lo largo de la Historia. Aunque los cubitos para las bebidas son bastante más modernos, utilizar el hielo natural ha sido una técnica que consta de muchas referencias (fresquitas) escritas.

Por lo que se ve, los egipcios ya producían hielo de manera manual. Guardaban agua en unas vasijas de barro porosas, que se colocaban sobre paja para que, durante la noche, si las condiciones climáticas lo permitían, se formaran capas de hielo finas en la superficie, que podían ser utilizadas. También hay escritos, que datan del año 400 a.C., que hablan de “casas de hielo”, en Grecia y Mesopotamia. Y no solo para refrescarse ya que los griegos fueron también los que comenzaron a usar este elemento en la medicina, además de servir para refrescar sus vinos. Los romanos recogían nieve de las montañas para guardarla en pozos, entre pajas y ramas de árboles, donde se convertía en hielo, que posteriormente se utilizaba.

Más adelante, Marco Polo descubrió en sus viajes que, en China, preparaban postres helados. Se trajó la idea a Europa, y desde entonces, la idea comenzó a ser utilizada en las clases altas, las únicas que podían permitirse las infraestructuras necesarias para mantener la nieve el mayor tiempo posible a la temperatura adecuada. En el Renacimiento, ya había construcciones para almacenarla y conservarla durante más tiempo, normalmente instalaciones subterráneas, donde la nieve se guardaba apelmazada y con canalizaciones para la salida del agua derretida. Poco a poco, el gusto por las bebidas frías y los helados se fue incrementando, y nació un verdadero comercio en torno al hielo, sobre todo, durante los meses estivales, que obligó a la redacción de leyes, que regulasen su compraventa.

En cuanto a la creación de los cubitos, que refrescan todo lo que bebemos (y algún que otro chichón), data del siglo XIX gracias al empeño de un emprendedor estadounidense, Frederic Tudor, apodado “El rey del hielo”. Cuenta la historia, que al principio se reían de su idea de transportar bloques de hielo pero luego se hizo millonario. La idea surgió por casualidad (si existe), cuando un día estando de picnic con su familia en Boston, su hermano y él empezaron a bromear con la idea del éxito que sería poder vender bebidas heladas en el Caribe. Y como bien se dice, entre broma y broma, la verdad se asoma. Y Tudor decidió extraer bloques de hielo de la región de Massachusetts para llevarlo a Ecuador.

Como a los buques mercantes no les parecía una buena idea transportar agua congelada, porque nadie sabía si iba a llegar o no a puerto, Tudor tuvo que invertir todos sus ahorros en comprar su propio barco. Y en 1806, consiguió llevar 80 toneladas de hielo a la isla de Martinica donde, curiosamente, lejos de ser recibida por sus pobladores como agua de mayo (congelada, por supuesto), no tuvo nada de éxito. Los locales pensaban que el hielo alteraría el sabor de sus bebidas. ¿Qué guarrería era eso de poner un trozo de hielo dentro de sus bebidas? Y ¡todo se derritió! Agobiado por las deudas de su empresa, Tudor fue encarcelado en dos ocasiones. Sin embargo, no acabó con su obstinación.

Para conseguir romper el hielo, cambió su estrategia empresarial. Tudor tuvo la genial idea de organizar catas gratuitas de sus bebidas refrigeradas, con personajes destacados, que invitaba a cenar en casa, donde les ponía vasos en los que flotaba sus cubitos caseros. La refrescante propuesta fue penetrando en la sociedad, en los restaurantes, en los hospitales…, y Tudor consiguió vender sus bloques de hielo desde el Caribe hasta la India. Se hizo rico, riquísimo, sin llegar a conocer las neveras conectadas a la red eléctrica.

Paralelamente a esa refrigerada historia, numerosos emprendedores y científicos estuvieron estudiando la posibilidad de crear una máquina que generase frío. La primera, muy rudimentaria, data de 1805, y se debe a otro estadounidense, Oliver Evans. En 1815, el también norteamericano. John Goorie, un médico de Florida, creó un refrigerador basado en el diseño de Evans, con el propósito de fabricar hielo para sus pacientes de fiebre amarilla, que necesitaban un ambiente con el aire más frío. El siguiente paso lo dio el químico francés, Adrien-Jean-Pierre Thilorier, al descubrir en 1835 el hielo seco, o mejor dicho, el dióxido de carbono en estado sólido, pero no se utilizó hasta un siglo después, en 1924, cuando Thomas Slate consiguió venderlo para el transporte de alimentos en trenes. Y al año siguiente, se aplicó su uso a los extintores

En cuanto a la nevera doméstica, no surgió hasta 1925, con el nombre de Kelvinator, en honor a Lord Kelvin, quien descubrió el llamado “cero absoluto”, la temperatura teórica más baja posible, -273ºC. El aparato disponía de un compresor y un sistema de refrigeración en su interior. A España no llegaron hasta 1952, y por supuesto, solo a los hogares más pudientes, porque costaba más que el sueldo de cuatro meses de un obrero de la construcción. Las despensas y fresqueras de las cocinas siguieron sirviendo para conservar los alimentos, hasta que desapareció el racionamiento, y con el tiempo, el nivel de vida de la población permitió un electrodoméstico en cada casa... y un gazpacho bien frío a mediodía y un helado de postre.

(De Abigail Campos, el 25 de julio de 2015)

Referencias útiles:
¿DÓNDE ENCONTRAR HiELO EN MADRiD?

(1) Club nocturno IceBar Madrid (también en Facebook y Twitter)
Calle del Conde Romanones, 3
28012 Madrid
914 298 168
M Tirso de Molina

Horario:
- Los Domingos, Lunes, Miércoles y Jueves: de 17h a 23h;
- Los Viernes y Sábados: de 17h hasta las 2h de la madrugada, con reserva previa aquí.

Precios:
- Entrada general: 15 euros (entrada + consumición);
- Packs temáticos aquí.

(2) Pista de hielo La Nevera (también en Facebook y Twitter)
Calle de la Fresa, 14
28222 Majadahonda
916 386 105

Horario de verano: los Viernes, Sábados y Domingos, de 18h a 21h.

Precios:
- Entrada + alquiler de patines: 12 euros;
- Entrada con patines propios: 8 euros;
- Bono nominativo anual con patines propios: 120 euros;
- Bono 10 sesiones (entrada + alquiler de patines): 100 euros;
- Guantes: 3 euros.

PD: Las Pistas de Hielo SportHielo (en el Palacio de Hielo) y Pabellón de Hielo de Leganés reabrirán sus puertas en septiembre.

(3) Pista de Esquí Madrid SnowZone (también en Facebook y Twitter)
Centro Comercial Xanadú
Calle del Puerto de Navacerrada, 1
28939 Arroyomolinos
902 361 309

Horario pista:
- de Marzo a Noviembre: de Domingo a Jueves, de 10h a 22h; y los Viernes, Sábados y Domingos, de 10h hasta medianoche;
- de Diciembre a febrero: de Lunes a Domingo, de 10h hasta medianoche.

¿Cómo llegar?
- En coche, desde Madrid, coja la autopista de Extremadura A-5, salidas 22 y 25,
- En bus: desde Madrid (Príncipe Pío), bus 528, 534 y 539; desde Móstoles, bus 524, 534 y 539; desde Alcorcón, bus 529H; desde Fuanlabrada, bus 498; y desde Leganés, bus 496.

Precios:
- Forfait adulto (sin material): 22 euros / 1h; 30 euros / 4h; y 36 euros / 1 día;
- Forfait Niño (sin material): 19 euros / 1h; 27 euros / 4h; y 33 euros / 1 día.
PD: Si compras tus entradas online, te hacen un descuento del 50% los Míercoles, y del 10% el resto de la semana.

(4) En cualquier gasolinera.

(5) En cualquier supermercado.

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