En apenas 5 días de 1972, el guionista Paul Schrader, de 26 años, terminó un guión impactante, violento y demoledor, que mostraba la otra cara del sueño americano. En sus páginas, latía una sociedad ni tan buena ni tan feliz como pretendía aparentar, en una década recién estrenada, que seguía arrastrando las consecuencias de la Guerra de Vietnam. Con tal argumento entre manos, y bajo la mediación de Brian de Palma, Schrader conoció al italoamericano Martin Scorsese, que gracias a ¿dios?, no se ordenó sacerdote como era su intención, optó por el séptimo arte, y se puso detrás de la cámara. Por si esto fuera poco, a la cinta se sumó un jovencísimo Robert De Niro, y el descubrimiento de una actriz, la adolescente Jodie Foster, que con sus arrolladoras interpretaciones se ganaron el reconocimiento de la industria y el público.

   “Taxi Driver” se estrenó en 1976 creando un gran revuelo, volviendo locos a los ejecutivos de Columbia cuando llegó el momento de la clasificación moral, y dando grandes quebraderos de cabeza a la Motion Picture Association of America, que decidió suavizar, en el talonaje final, el brutal rojo sangre de las últimas escenas, que sin embargo siguieron chocando e incomodando a un espectador, que salía del cine intentando digerir lo que acababa de ver y tratando de encontrar sentido de la vida. Hoy, Jueves 30 de julio de 2015, podremos recuperar aquella sensación en una de las reposiciones de verano, que han convertido por unos meses la Galería de Cristal del Palacio de Cibeles en un cine de altura.

   Nueva York, años 70, la película cuenta la historia de Travis Bickle, ex combatiente de Vietnam, que atrapado en un insomnio crónico, decide ocupar sus horas muertas trabajando en un taxi en la jornada de noche. Al volante, el personaje de De Niro, encuentra una ciudad muy diferente a la que recordaba y a la que tanto deseaba regresar. Las calles están plagadas de violencia, drogas, prostitución, camellos y neones, que anuncian las peores intenciones. Deprimido, solitario e incapaz de comprender este nuevo mundo, Travis se convierte en un sociópata, que frecuenta bares y cines porno, y que decide tomarse la justicia por su mano llevando su obsesión por la violencia hasta las últimas consecuencias.

   Con el tiempo, Schrader confesó que la mayor parte del guión salió de una mala racha personal. Recién despedido del American Film Institute y en pleno divorcio, sin un lugar donde caerse muerto y con demasiadas horas en vela por delante, el guionista recorrió las calles de Los Ángeles, entró en cines X, bebió mucho alcohol, cogió una rara, creciente y temeraria obsesión por las armas, y parió un guión con la única compañía sobre su mesa de una pistola cargada por si le faltaba motivación. A la hora de venderlo, decidió trasladar la acción a Nueva York, donde la vida nocturna era aún más salvaje y donde sus taxis eran tal vez, los más famosos del mundo. Además, Schrader echó un ojo al diario de Arthur Bremen, condenado por el intento de asesinato del candidato demócrata George Wallace en 1972, y que el año del estreno de “Taxi Driver” tenía 26 años, la misma edad que Bickle, que a su vez, también coincidía con la del propio Schrader cuando escribió el primer borrador, 4 años antes.

   Por su parte, Scorsese era entonces uno de los movie brats (que vendría a ser como los mocosos consentidos del cine), es decir, la primera camada de realizadores -junto a sus amigos Francis Ford Coppola, Brian de Palma, George Lucas y Steven Spielberg-, que habían estudiado cine en la universidad. En 1973, su nombre empezó a sonar en las productoras tras el estreno de “Mean Streets” (“Malas calles”), en la que ya mostró su particular estilo con Harvey Keitel como protagonista y De Niro como secundario. Dos años después, dejó a todos atónitos con “Taxi Driver”, la película que le hizo mundialmente conocido, y en la que De Niro arrasó con una perfecta interpretación que ya venía avalada por el Oscar al Mejor Actor de Reparto por su personaje del joven Don Vito Corleone en el “Padrino II”, tomando el testigo de Marlon Brando.

   Sin embargo, por la mente de Scorsese, pasaron otros nombres como Jeff Bridges o Al Pacino, e incluso ofreció en firme el papel de Travis a Dustin Hoffman, que tras leer el guión tachó al director de loco, y rechazó la oferta con un “no” del que se arrepentiría el resto de su vida. Cuando De Niro firmó su contrato, por 35.000 dólares, aún era un actor a medio gas, pero cosas de la vida, poco después, sin haber arrancado aún el rodaje de “Taxi Driver”, llegó el Oscar, y su caché se disparó, aunque el actor, haciendo uso de una elegancia y modestia poco habituales, no exigió ni un céntimo más de lo pactado.

   Con el papel en sus manos, De Niro aprovechó uno de los descansos del rodaje de “Novecento” (1976), que Bertolucci filmaba en Italia, y se puso a trabajar como taxista en Nueva York, 12 horas al día durante 1 mes. Además, el actor estudió los síntomas de diferentes enfermedades mentales, y se entrevistó con algunos soldados americanos del medio oeste -como su personaje-, para adoptar ese peculiar acento con el que pronunciaría una de las frases más míticas del cine. Aquellas palabras, “You talkin’ to me?”, que Travis dice en un duelo figurado ante un espejo, salieron de la boca de De Niro de forma totalmente improvisada -aunque dicen que algo ayudó el papel de Marlon Brando en “Reflejos de un ojo dorado” (1967)-, y hoy han sido imitadas hasta la saciedad en muchas otras cintas y guiones. Otra de sus grandes aportaciones fue la cresta al estilo mohicano que luce Bickle al final de la cinta, y que al parecer, incorporó a su personaje sin previo aviso, al llegar un día al set de rodaje de esta guisa. Travis también se presenta a través de 2 mujeres, Betsy, interpretada por Cybill Sheperd, una voluntaria de la campaña presidencial del senador Charles Pallantine, de la que Bickle se enamora pretendiendo entrar en un mundo al que no pertenece; e Iris, una prostituta de 12 años interpretada por Jodie Foster, con quien Travis establece una especie de relación paternal y protectora.

   La misma edad tenía entonces Jodie Foster, que por este trabajo fue nominada al Oscar como Mejor Actriz de Reparto. A pesar de su juventud, no era la primera vez que se ponía delante de una cámara, ya que, con solo 2 añitos, había protagonizado un anuncio de crema solar para televisión, y a los 4, ya era una habitual en las series de ficción. Sin embargo, debido a su corta edad, las escenas de desnudos le tocaron a su hermana mayor Connie, que con 19 años, lució piel como su doble; y antes de obtener el papel, tuvo que pasar por varias entrevistas con un psicólogo, que confirmó que podía abordar temas tan duros sin quedarse traumada. Además de Jodie Foster, sonaron muchos otros nombres para el papel, entre ellos, Kim Basinger, Rosanna Arquette, Brooke Shields, Michelle Pfeiffer o la mismísima Melanie Griffith a la que paró los pies su madre, la también actriz Tippi Hendren.

   Completan el reparto el proxeneta de Iris, interpretado por Harvey Keitel, que había sido compañero de estudios de Scorsese en la Universidad de Nueva York, y con el que había hecho su primer largo “Who’s that knocking at my door?” (1967); y la magistral música de Bernard Herrmann, autor, entre otras, de las bandas sonoras de “Vértigo” (1958) y de “Psicosis” (1960) -ambas de Hitchcock-, y que cuando recibió la propuesta no las tenía todas consigo por tratarse de una película de taxistas, pero que al leer el guión quedó tan fascinado con  el protagonista, que se puso a trabajar de inmediato en la que sería su obra póstuma, pues Herrmann murió pocas horas después de terminar la grabación de la partitura de “Taxi Driver”.

   La película tuvo una gran repercusión, y aunque entre todas las numerosas candidaturas, incluyendo 4 nominaciones a los Oscar, solo se llevó la Palma de Oro del Festival de Cannes, hoy “Taxi Driver” está considerada como una de las mejores películas de todos los tiempos y una cinta de culto, que desgraciadamente siguió dando que hablar en 1981, cuando un fanático, llamado John Hinckley, obsesionado con el personaje de Travis y con la intención de impresionar a Jodie Foster, intentó matar al entonces presidente de los Estados Unidos, Ronald Reagan, al que hirió de gravedad con un disparo que paró a solo 2 centímetros y medio del corazón. Curiosamente aquel atentado aplazó la 53ª Ceremonia de los Oscar en la que De Niro recogería su galardón al Mejor Actor por su interpretación en “Toro Salvaje” (1980), otra de las muchas colaboraciones que con el tiempo realizó junto a su querido Scorsese. 

PD (nº1) taxista: Muchas otras películas nacieron, y se desarrollaron en un taxi, desde “Night on earth” (1991) de Jim Jarmusch, a “El quinto elemento” (1997) con Bruce Willis al volante y dirigida por Luc Besson, que repetiría en el 98 con “Taxi Express”, o la explícita “Taxi” (1996) de Carlos Saura.

PD (nº2) familiar: Scorsese hizo 2 cameos en el film, el más importante como uno de los clientes de Travis, que sentado en la parte de atrás del taxi, confiesa el engaño de su mujer en un desahogo con un desconocido conductor al que llega a confesar sus planes de asesinato. También sus padres, Charles y Catherine Scorsese aparecen en la película como progenitores de Iris, en una foto del recorte de periódico, que Travis tiene clavado en su pared. En cuanto a la vendedora de palomitas del cine X, a la que Travis también tira ficha sin éxito, fue interpretada por la entonces mujer de Robert De Niro, Diahne Abbot.

                                               (De Lidia Martín, el 30 de julio de 2015)

Referencias útiles:

“TAXi DRiVER” EN MADRiD

¿CUÁNDO? El Jueves 30 de julio de 2015, a las 22h.

¿QUÉ? Proyección de “Taxi Driver” (1976), de Martin Scorsese, en VOS, dentro de los Veranos de la Villa.

¿DÓNDE? En la Galería de Cristal del Palacio de Cibeles
Calle Montalbán, 1
28014 Madrid
915 217 170
M Banco de España

¿CUÁNTO? Entradas desde 5 euros aquí.

Más info en la web de SUNSET CiNEMA (también en Facebook y Twitter).

PD (nº3) ilustrada: Ilustración by Tutticonfetti (también en Facebook y Twitter).

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