Jamás enfoca el objetivo de su cámara sin la intención de alterar nuestras conciencias, actitud que calca cuando enseña en sus talleres, se explica en conferencias, estampa su firma en artículos de prensa o prepara colaboraciones en canales digitales de televisión. Para Yolanda Domínguez (retratada aquí), el arte solo es útil si el epílogo consiste en una reflexión larga y tendida. Artista y activista visual, estudió Bellas Artes en la Universidad Complutense de Madrid y tiene varios másteres, uno de Fotografía en EFTi, Centro Internacional de Fotografía y Cine, y otro de Arte y Nuevas Tecnologías por la Universidad Europea de Madrid.

   Le gusta decir que sus obras son “acciones” y no “perfomances”, porque el protagonista no es otro que ese público bombardeado por las consignas comerciales que pretende jaquear. Se llama “arte de acción”, y en su caso, siempre conecta la obra con una sutil, irónica y feroz crítica social hacia temas vinculados con la igualdad de género y el consumismo. 

   Todas las flechas, que dispara, tienen como diana los mensajes audiovisuales que convierten a la mujer en un ser dominado por el ansia de comprar, insatisfecha si su apariencia no cumple con los cánones impuestos por el consumo y la publicidad. Poco importan los rigores del camino, ni los cadáveres que se cobre tanta superficialidad: frustración, desórdenes emocionales y físicos, dietas, cirugías, acoso y cosificación. Un cúmulo de tesituras que anulan cualquier atisbo de crecer profesional o intelectualmente. 

   Repasando sus impactantes ideas, recordamos como empapeló Madrid en 2008, con reclamos de mujeres que se ofertaban como impecables esposas cumplidoras a cambio de un estatus económico. Hubo muchos hombres y alguna mujer, que contestaron. En 2011, más de un millón de personas dieron al play para ver “Poses” en YouTube, el vídeo donde mujeres reales imitaban las ridículas posturas de las modelos publicitarias, en escenarios cotidianos: la cola de un museo, el supermercado o los aledaños de un semáforo. Los transeúntes avisaron a la policía, pensando que algo grave iba a ocurrir.

   Las autoridades también se personaron en alguna de las tiendas de la cadena Multiópticas, cuando, en 2015, un grupo de mujeres ataviadas como prostitutas de saloon en el lejano oeste, entraron en los establecimientos para criticar el tono acosador y machista de aquel anuncio donde cada vez que el cliente se ponía unas gafas de su tienda, el mundo se transformaba en un harén a su disposición. El vídeo “Accesibles y Accesorias” se viralizó, y la cadena retiró el spot. “Ganando pequeñas batallas se consiguen grandes cosas. Suelo devolver la pelota. Pensé en lo qué pasaría si en las tiendas se repitiera la escena del anuncio. ¿Les haría gracia?", se preguntaba Domínguez. 

   En su proyecto expositivo “Esclavas” de 2012 mostró una sugerente colección de lencería femenina, hecha con tela de burkas, y dos años después, dirigió una acción colectiva que atascó las oficinas de los Registros Mercantiles de seis ciudades españolas, con centenares de solicitudes de mujeres que reivindicaban la propiedad de su cuerpo. Fue una exitosa acción contra la amenaza del Anteproyecto de la Ley del Aborto, del ex ministro Alberto Ruíz-Gallardón.  

   Para alertar sobre la producción y el consumo responsable, Domínguez sepultó a varias blogueras bajo los escombros de la Gran Vía madrileña. En 2013, también hizo que hombres y mujeres pasearan en bata de hospital abierta por la espalda, denunciando como los recortes sanitarios nos dejaban literalmente “con el culo al aire” (Campaña “Nadie desechado” para Médicos del Mundo), o sentó a una mujer con aspecto de ricachona en una acera, con un cartel que decía “Pido para un Chanel”, cuestionando la pérdida de dignidad en que puede derivar la obsesión por las marcas.

   No duda en alzar su voz cada vez que una firma se promociona utilizando imágenes de mujeres desparramadas, extremadamente delgadas, sumisas, enfermizas, y absurdas: “El referente de “lo femenino” en los medios de comunicación construye roles machistas. Si llevo la contraria a las marcas, es por el grado de compromiso con la realidad social que vivimos. Hay un arte sin la menor intención de sacudir y otro que objeta lo establecido y estimula a las personas. Este último es el que me interesa. El arte que hace pensar sobre lo que somos y hacemos. Nos hemos convertido en espectadores acomodados y pasivos”.

   Hasta el 17 de septiembre, en el Museo del Traje, Yolanda Domínguez expone “Little Black Dress”, un intento de enseñarnos mujeres diferentes a las que muestran los medios, jóvenes, muy delgadas y casi siempre blancas: “Escogí un Little Black Dress de la talla 38 de una conocida marca de moda y con ese mismo vestido he retratado a mujeres de diversas tallas, edades y colores de piel. El resultado impacta porque hay cuerpos femeninos que jamás aparecen en publicidad, como si los eliminaran de nuestro imaginario, igual que los detalles  naturales del cuerpo, pelos, arrugas o lunares, que se suelen borrar con los programas de retoques. Ver a esas mujeres naturales, es recordar quiénes somos”. 

   Yolanda Domínguez trabaja revirando los mensajes que nos esclavizan. Para las mujeres, es de agradecer su pertinaz obsesión por rescatarnos del estereotipo que confina nuestras aspiraciones, al mísero anhelo de pasar por este mundo siendo poco más que un saco de huesos bien articulados y... una tarjeta de crédito.  

                                                     (De Sol Alonso, el 27 de junio de 2017)

Referencias útiles:
YOLANDA DOMíNGUEZ EN MADRiD

(1) El Muro de los Besos Prohibidos
¿CUÁNDO? El Martes 27 de junio de 2017, de 18h30 a 22h.

¿QUÉ? "¿Qué harías si no te permitieran besar a la persona que quieres? ¿Imaginas que te condenaran por un simple beso? ¿Cómo puede entenderse un beso como una amenaza? El World Pride 2017 quiere solidarizarse con aquellos lugares del mundo donde la reivindicación y fiesta del Orgullo LGTB todavía no tienen cabida. Donde además el simple hecho de ser homosexual, bisexual o transexual está patologizado, penalizado y condenado, en algunos casos, con penas de muerte. El muro de los besos prohibidos es una instalación participativa de reivindicación, convocada por la artista Yolanda Domínguez, en colaboración con FELGTB. 

¿DÓNDE? En la Plaza de Pedro Zerolo
28004 Madrid
M Chueca

¿CUÁNTO? Actividad gratuita.

(2) Little Black Dress
¿CUÁNDO? De Martes a Sábado, de 9h30 a 19h, y los Domingos, de 10h a 15h, hasta el Domingo 17 de septiembre de 2017.

¿QUÉ? Fruto de la reflexión personal de la artista visual Yolanda Domínguez, la muestra "little Black Dress" trata sobre la influencia y la presión que ejercen los cánones del mundo de la moda en la construcción del cuerpo femenino a través de un “Little Black Dress”, un término fashionista que se refiere a un vestido negro, corto y versátil que cualquier mujer debe tener en su fondo de armario. Yolanda Domínguez escogió un vestido de la talla 38 y realizó una serie de fotografías de mujeres de todas las tallas, etnias y edades para mostrar la diversidad de los cuerpos en contraposición al modelo limitante.

¿DÓNDE? En el Museo del Traje (en la ilustración)
Avenida de Juan de Herrera, 2
28040 Madrid
915 504 700
M Moncloa / Ciudad Universitaria
Bus 46, 82, 83, 132, 133, G

¿CUÁNTO? Entrada gratuita.

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